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Hitsugi no Chaika: capitulo 1.

Capitulo 1: La chica que carga un ataúd. Parte 1:

Cuando el despertó, el rostro de su hermana estaba justo enfrente de él.

Estaba tan cerca que podía sentir su leve respiración.

“…”

“…”

Por un pequeño instante, ninguno de ellos dijo una palabra.

El oyó el canto de las aves a la distancia.

Una blanca luz brilló por la ventana, dejando un rastro de calor colgado en el aire. Era una clara señal aun para aquellos en sus habitaciones de que el largo invierno estaba por terminar. Las plantas comenzarían a brotar, Y los animales dejarían sus guaridas. Era ese tiempo del año donde la vida comienza a remover una vez más anticipándose a los prósperos días por delante.

Pero…

“Buenos días querido hermano,” su pequeña hermana Akari dice con una suave voz.

Ambos hermanos estaban en la cama.

Akari estaba encima de él. Ella estaba encorvada sobre él en cuatro como un animal carnívoro anticipándose a su comida, listo para alimentarse con su plegaria sin sentido. Ella era más alta que la mayoría de las chicas de su edad con las que había estado, así que naturalmente, estirándose sobre cualquiera con su espalda arqueada así les haría rendirse inmediatamente.

“…”

Su hermana pensó que podría estar, Tohru tenía que admitir que ella era hermosa.

Ella solo tenía diecisiete, sin embargo, ella era así de madura que era más apropiado llamarle “hermosa” más que “linda”. Sus rasgos faciales autoritativos destacan claramente y su cabello negro cae gentilmente, perfectamente arreglado como una genuina obra de arte. Naturalmente ella era bien parecida para miembros del sexo opuesto, pero su aspecto era tal que aun aquellos del mismo sexo no dudarían en tomar nota.

Como sea, Su severamente limitado grado de expresión era una marca negra sobre ella. Tohru sentía que le habían dado el palo corto en este aspecto—aunque pensándolo, nunca pareció molestarle ni un poco.

En comparación—

“…”

El rostro de un hombre con negros y estrechos ojos y una expresión harta se reflejaba en las pupilas de Akari.

Su cabello y ojos eran negros, igual que los de Akari.

No estaba mal llamarlo por la disposición de sus rasgos “hermoso.”

Como sea, esa expresión tiene sobre todo flojedad en ella.

Como si estuviera cansada, o quizás distraída.

En su rostro faltaba claramente ambición y la energía de un hombre adolecente; seca, una expresión agotada fue puesta en su lugar. Aunque no había arrugas o lunares en ninguna parte, era un rostro que recordaba a la de un anciano en la etapa final de su vida. Aun para alguien que apenas despertaba, la impresión fue demasiada.

Esta es una cara bastante sombría incluso para mí, ¿verdad? pensó.

Pero un mero pensamiento no era suficiente para que cambie su actitud ahora.

“Querido hermano…”

El hermano acostado en la cama y la hermana encima de él.

Decir que este fue un evento completamente inesperado—sería una mentira.

Él había imaginado que terminaría así en algún momento.

Esto porque el noto que ella lo estaba mirando de manera extraña por un rato.

Pero…

“No puedo resistir más.”

Akari mira a los ojos a Tohru.

“Cuando pienso en mi amado hermano, yo solo…yo solo…”

“Tu solo…qué? Escúpelo ya,” Tohru pregunto, pareciendo aburrido.

“…No tengo intención de actuar así de valiente, tu sabes…” dijo Akari, bajando su mirada ligeramente

“¿De verdad, ahora?”

“Pero es porque eres terrible.”

“Soy terrible?”

“Es correcto. Mi querido hermano es—una persona terrible,” ella dijo con un pequeño movimiento en la cabeza. “Actuar de esta manera…aun sabiendo cómo me siento.”

“Ah, bueno…”

El frunció el ceño, mirando el rostro de su hermana. Casi no podía soportarlo más, un mechón de su cabello callo, cosquilleando en su mejilla.

“Francamente, No estaba al tanto de que fuera un problema tan grande,” él dijo.

Su rango de expresiones era pobre y a menudo impredecible para comenzar, aun así, Tohru tenía dificultades leyendo el pensamiento de su hermana. Normalmente ella tiene un gran sentido de autocontrol—pero todo este tiempo había estado reteniéndolo y reteniéndolo hasta el día que lo dejo ir en una explosión repentina, poniendo a todos a sus vecinos en peligro.

El hermano mayor—Tohru Acura.

La hermana menor—Akari Acura.

Esos eran los nombres de estos dos—los hermanos Acura.

Sin embargo, las veces que tuvieron que dar sus nombres de pila fueron pocas y distantes entre sí, y ninguno de sus vecinos conocía sus apellidos. Había muchos países que tenían plebeyos sin apellido, entonces no era tan raro. El final de la gran era de la guerra había traído consigo muchos refugiados y no era tan raro toparse con inmigrantes de varios países conviviendo en la misma ciudad o villa.

Bueno, aparte de eso…

“Akari. ¿Te importa si te hago una pregunta?” dijo Tohru, aun viéndose aburrido.

“Sea lo que sea? Si es una pregunta de mi querido hermano, Responderé lo que sea.”

Sus palabras desmentían sus ojos, los cuales eran fríos como la superficie de un lago congelado en invierno.

Aunque era normal en ella.

“Qué demonios es esto?”

Tohru apunto a aquello junto a su cabeza.

Era—Un martillo de hierro.

La punta afilada del que estaba incrustada en su almohada.

“Qué quieres decir, querido hermano?” Akari inclino su cabeza con una expresión curiosa. “Eres demasiado joven para estar perdiendo la memoria. Ha sido mi preciado arma por al menos diez años.”

“Por supuesto, se eso,” Tohru gimió.

Para un martillo de hierro, como sea, no era realmente tan grande. Su poder provenía de la firma, material pesado por sí solo, así como la capacidad de su usuario. Fue diseñado para ser colgado fácilmente—en otras palabras, puede ser usado como un arma letal hasta en interiores.

“Lo que estoy preguntando es porque está en mi almohada.”

“Bueno, eso es obviamente porque lo puse sobre tu almohada.”

“Yo también entiendo eso.”

“¿Entonces qué es lo que no entiendes?”

“Antes que nada, lo que no entiendo es como no entiendes lo que no entiendo,” Tohru respondió mientras le echaba una mirada a su hermana. “Esta ‘querida arma’ que has estado cargando por cuatro años y algo”—señalo el martillo con su dedo índice–“Porqué lo pusiste por mi almohada? Eso es lo que no entiendo.”

“Oh, mi querido hermano…” Ella negó tristemente con su cabeza.

Sin embargo, su expresión siguió estoica.

“No estaba apuntando a tu almohada.”

“¿Ah?”

“Estaba apuntando a tu cabeza.”

“Eso es mucho peor, idiota.” Tohru intentando gritar ese insulto, pero como recién se había levantado no era capaz de reunir energía para levantar su voz. En su lugar, finalizo como un leve murmullo. “¿Qué estas intentado hacer, matarme?”

“Ridículo. Nunca tendría alguna intención asesina hacia mi querido hermano,” Akari dijo grandiosamente, todavía con la postura en la que bajo su martillo.

Se podría decir que su comportamiento fue algo refrescante al mostrar su franqueza.

“Solo pensé que podría despertar a mi hermano crónicamente dormido.”

“Tu casi me pones en un estado de sueño eterno…”

Solo por un pelo… si Tohru no se hubiera girado hacia la pared en su sueño justo antes de que el martillo cayera, definitivamente hubiera sido su cabeza la que fuera aplastada, no la almohada. De paso, no era visible ahora porque estaba clavado en la almohada, pero debido al martillo de Akari tiene una punta afilada en su lado, el martillo hubiera ido directo a su cráneo y hacia su cerebro.

“Ahh, quizás,” Akari asintió con su cabeza, permaneciendo fresca con una mirada que parecía decir, Y qué está mal con eso?.

Ellos estuvieron en silencio y quietos por un momento.

Las aves cantando afuera eran incluso más perceptibles en el silencio.

“…Querido hermano.” Akari comenzó con su habitual tono indiferente que sonaba como si estuviera cansado hasta de mirarlo. “Cuáles son tus planes para hoy?”

“Dormir,” dijo Tohru, como si fuera molesto responder. “Acostarme todo el día, sin hacer nada.”

“Ya veo. ¿Y qué más?”

“Y…cuando tenga hambre, comer algo, supongo.”

“Ya veo. Que sensato. ¿Y?”

“Eso es más que nada.”

Tohru gira de vuelta a su costado, como si decir algo más fuera una molestia.

Akari espero un momento en silencio, tal vez esperando la continuación de la conversación, pero—

“…Querido hermano.”

Entonces ella habló, viendo abajo el perfil de su hermano.

El martillo, por cierto, se había hundido más en la almohada de Tohru.

“Si fueras a hacer un trabajo para mi hoy, probablemente estaría tan encantada que me saldría sangre de la nariz.”

“Entonces puedes continuar y morir desangrada.”

“Eso fue algo cruel, mi querido hermano. Aun después de todo el amor y respeto que te doy…”

“Por eso me ibas a golpear con el martillo, ¿verdad?”

“Este es el martillo del amor,” Akari respondió calmadamente.

Con agiles movimientos ella tomo el martillo como si fuera una pluma, se bajó de la cama, balanceo el martillo con la misma facilidad. Mirando sus brazos delgados y tonificados se podía ver cómo era posible, pero aun para alguien acostumbrado a esta combinación de joven y arma mortal, aún era una visión surrealista.

“Amado hermano mío, He estado pensando que esto era un poco extraño hasta ahora, pero…”

“¿Ahora qué?”

“¿Por qué no estás trabajando?”

Ahora que no lo estaba amenazando con su vida, la pregunta era un poco más soportable.

Después de un suspiro instintivo, Tohru respondió.

“Aquellos que trabajan, pierden,” él dijo, dándole la espalda a su hermana.

“…”

La sensación de que ella estaba inclinando su cabeza perpleja floto sobre el.

“¿A quién va dirigido?”

“No se.”

“…”

Un pesado silencio cayo sobre los dos.

MIRADA FIJA—sintiendo la penetrante mirada de Akari desde atrás, Tohru hablo aún más.

“Solo déjalo estar.”

“…”

Por un momento, él tenía la sensación de que ella lo estaba considerando. Pero entonces—

… ¿¡Sed de sangre!?

Él podía leer el intento de asesinato que estaba prácticamente escrito en el aire.

“—!!”

El martillo, moviéndose con una enorme fuerza, vino por el en un arco. Al retroceder, se las arreglo para evadirlo a último momento, el martillo se acerca a un pelo del cráneo. Si hubiera tardado en esquivarlo por un solo instante, el cabello en su cabeza hubiera sido cortado con su piel, dejándole una magnifica cabeza calva. Eso es, si pudieras llamar a tu cráneo expuesto “calvo”.

“Tu…!”

Como es de esperar después de algo así, Tohru estaba completamente despierto y se dio la vuelta para encarar a su hermana.

“Oh, querido hermano…” Mientras presiona su frente con su mano izquierda con lastima—aunque aun sin expresión, te importa—su mano derecha estaba haciendo girar su martillo dando vueltas y vueltas con una fuerza implacable. “Si esa es la forma en la que tiene que ser, entonces…”

“No, espera. espera. ¡Por ahora, aleja esa maldita cosa!” dijo, levantando sus manos en frente de el para mantener la mínima distancia entre ellos—-a este rango, si ella extiende su brazo, aunque sea un poco, el martillo le daría un golpe directo a la cabeza. Ella estaba en “el punto perfecto,” por así decirlo. Si ese martillo golpeara con la máxima fuerza centrífuga tanto Tohru como su cama serian partidos en dos.

“…”

En cuanto a Akari—ahora estaba girando el martillo con tal fuerza que emitía un silbido. Ella claramente no tenía ninguna intención de ceder. Normalmente, podría salir de la situación cambiando el tema o distrayéndole, pero hoy Akari estaba determinada a mantener su posición hasta el final. Como era de esperarse, había llegado al límite de su paciencia.

“Querido hermano…”

“…Si?”

“He aguantado hasta aquí, sabes. Sin hacer ningún esfuerzo por trabajar, ni siquiera salir de la casa, simplemente holgazaneando y holgazaneando y holgazaneando y holgazaneando, solo holgazaneando y holgazaneando y holgazaneando y holgazaneando en la casa todo el día. Si continuas así, Yo…”

“Eso es mucho holgazaneo, incluso para mí.”

“He tenido suficiente…a este ritmo…”

“A este ritmo… ¿Qué?”

“A este ritmo, podría simplemente atacarte y venderte …”

“¡No hagas eso! Quiero decir, ¡No es como si me fueras a vender!”

“Tu idiota.” Aunque Akari no detuvo el movimiento de su martillo, ella negó con su cabeza como si su respuesta fuera estúpida. “Estaría dispuesta a poner mis globos oculares en deuda para comprarte.”

“Te refieres a mi cuerpo de peluche?”

“A la larga, ¿un hermano de peluche sería más económico ya que no tendría que alimentarlo?”

“…”

“…”

Ninguno de ellos soltó una palabra.

Lo único que se podía oír era el martillo que seguía girando con la misma fuerza brutal.

"Si, ahora que lo pienso, si te rellenara—”

“Okay, ¡Detente, lo entiendo!” Tohru dijo con pánico.

A este ritmo, su hermana menor lo aplastaría realmente. Por supuesto, no estaba contento ante la idea de convertirse en un proyecto de taxidermia tampoco. Aun ahora, no tenía la intención de mover un dedo para ayudar, pero en esta situación y para su bienestar debía priorizar el salir de esta siniestra situación.

“D-de todos modos, vamos a… ¡Oh si, desayuno! Guarda esto para después del desayuno.”

“No tenemos nada de dinero para eso,” dijo Akari, dejando caer finalmente su martillo. “Creo haberte dicho que la cena de anoche anterior era la ultima, ¿No es cierto?”

“Ah… ¿Sabias?”

“Seguramente alguien tan sensato como mi querido hermano no olvidaría algo así.”

“…”

Tohru volvió a ver el techo y suspiró.

Ahora que ella lo mencionó, él puede haber escuchado algo así anoche, ¿o tal vez no? Por lo general, dejaba que los regaños de Akari entraran por un oído y salieran por el otro, así que no recordaba muy bien.

“Ahora, querido hermano—”

Ella preparó su martillo de nuevo.

“Entiendo, entiendo, ¡Lo tengo! Por ahora, ¡¡Haré algo con el desayuno!!”

De acuerdo con los gritos y gritos de Tohru el martillo que había hecho un arco violento en el aire se detuvo a un centavo de pulverizar su cara.

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Capítulo 1: Parte 2.

A medida que fue por el camino, sentía un sinnúmero de miradas afiladas sobre él penetrándolo como agujas.

Para alguien como Tohru que tenía una gran sensibilidad para estas cosas, no había mayor problema. Sin embargo, además de ser alguien nuevo en la ciudad, también era consciente de que era una anomalía sobresaliente. Él no estaba en posición de quejarse.

“…”

Se le escapo un suspiro.

Casas dañadas a la izquierda. Casas dañadas a la derecha. Agrupaciones de casas dañadas tan largo como el ojo puede ver. Si no fuera por las personas visibles en el interior, estas viejas e inmundas casas alienadas podrían confundirse con abandonadas. Las paredes formadas con fisuras y la pintura había sido arrancada—y eso era en el mejor caso. Otros edificios estaban inclinados hacia un lado, y algunos tenían telas empapadas con aceite a lo largo de los techos colapsados para protegerse del viento y la lluvia. Era peligroso sin importar como se vea…aunque no se podía decir que no eran ingeniosos.

Sin embargo, la atmosfera aquí era, sin reservaciones, terrible.

No era elegante o refinada definitivamente, ninguna de los dos, pero—aun si huele a tierra y lodo, el ambiente a lo largo del camino estaba llena de energía, lo que uno puede llamar “la vida misma.”

Los mercados negros se instalarían comúnmente en estas áreas.

Por esta razón, el tráfico peatonal era mucho mayor de lo normal. Anticipándome a eso, hombres y mujeres por igual podían verse en puestos a los que no se les puede llamar “tiendas”, probando probabilidades y fines que cualquiera dudaría en llamar “mercancía” sobre cajas de madera, incluyendo la basura del día, plantas comestibles, y carne de animal de dudosa procedencia. Niños con ropa gastada corriendo alrededor de los adultos, gritando y riendo. Para ayudarse a deshacerse de restos de comida, cada residencia tiene cerdos; ellos estaban corriendo a lo largo de la calle, gruñendo y haciendo ruidos mientras caminaban.

Naciones han colapsado.

Ciudades fueron quemadas.

Amigos y familia conocieron su final.

Incluso aun así…si las personas aquí querían vivir, debían continuar. Mientras no cayeran en las profundidades de la desesperación y terminaran tomando su propia vida, ellos sobrevivían, aun si debían tomar lodo y masticar raíces para conseguir esto. Este era un lugar para los de fuerte voluntad con ningún otro lugar al que llamar casa. Desordenada y confusa, talvez, pero nadie podía alegar que estas personas no rebozaban de vida.

Por esta razón, alguien como Tohru definitivamente destacó.

Él siempre se veía triste, sin ambición, y arrastrando un aire de melancolía mientras caminaba.

“…”

Tohru se paseaba por el distrito de refugiados en el lado sur de la ciudad Del Solant.

Afortunadamente—bueno, si realmente podría llamarse algo bueno podría discutirse, pero gracias a la guerra que duró tanto tiempo, había muchos edificios abandonados para que las personas se mudaran. Personas que perdieron sus casas por la guerra y habían viajado de otras regiones o naciones y era común ver personas reformando los edificios a un estado habitable.

Aunque los veteranos de la ciudad no estaban precisamente encantados con la presencia de refugiados, tampoco los excluyeron. Con el largo retraso de algo parecido a la paz, había un sentido de ayuda mutua más allá del estatus social.

Fue un periodo de desorden por la post-guerra.

La mayoría de las naciones luchaban por reformar sus estructuras, señores, nobles y caballeros por igual tenían sus manos llenas. La vida de las personas comunes estaba fuera de su área de preocupación. Como no tenían el apoyo de la clase alta, la clase baja debía permanecer unida para asegurar su propio futuro, y eso fue evidente sin importar la ciudad o la calle.

La dañada casa de Tohru y Akari también estaba en este distrito de refugiados.

Después de ser expulsados del clan donde nacieron y se criaron, vagaron en los alrededores por cerca de medio año antes de caer en el distrito de refugiados formado en la esquina de Del Solant.

Ellos vivían solos.

Sin ninguna idea de donde estaban sus parientes.

No mucho después del final de la guerra, el clan entero había sido separado—–ni siquiera sabían si estaban vivos o muertos. Bueno, cuando su familia abandono el pueblo del clan se habían llevado la mayoría de sus posesiones con ellos, y era un grupo excluido de cualquier manera. Pobremente estaban vivos en algún lugar de refugiados como ellos.

“Ah, si es Tohru.”

Una anciana sentada a un lado de la calle tejiendo una canasta de mimbre nota a Tohru y lo llama. El había olvidado su nombre—pero reconoció su rostro. El debió pasar por aquí varias veces desde que vive aquí. Era la dama que a la que le gustaba meterse en los asuntos de los demás. Desde mediar en disputas matrimoniales hasta hacer pequeños trabajos, ella parecía usar su gran experiencia para gestionar la vida de sus vecinos.

“Es raro verte afuera.”

“Supongo,” Tohru respondió sin compromiso.

En general, él podía saber cuál sería su siguiente comentario.

“No le dejes todo el trabajo a la joven Akari, Tohru. Tú necesitas hacer tu parte también.”

“…”

Eso no es de tu incumbencia—Tohru trago estas palabras antes de que salieran de su garganta.

Aunque sabía que estaba mal no hacer nada, también era cierto que Akari estaba actualmente poniendo comida en la mesa para él. Sin embargo, Akari era extrañamente ignorante sobre el funcionamiento de la tierra, por lo que sus ganancias eran escasas. Tampoco ayudaba estar mezclado en un campo de refugiados, haciendo difícil encontrar un trabajo decente. Esa era la razón por la cual la comida de esta mañana se volvió un tema tan importante…

“Talvez algún día, si tengo ganas.”

Con un leve movimiento de mano, paso junto a la anciana.

Tohru estaba desempleado.

Lo que, es más, él no estaba entre algún trabajo, o tampoco se estaba entrenando o preparando para obtener algún trabajo. Estaba registrado en el gremio de la ciudad formalmente…pero nunca había tomado ningún trabajo.

Sumando todo esto, él era un pobre holgazán que no hace ningún esfuerzo para intentar ser mejor—el ejemplo de un libro de texto de un humano sin valor.

Y así, su hermana amenazándolo con golpearlo con su martillo a primera hora fue un resultado esperado—bueno, talvez fue un poco lejos, pero probablemente habría pocos que la culparían. Como sea, para Tohru, cuya vida estaba ahora en una tabla de picar, era intolerable.

“’Trabajando’…eh,” murmuró cínicamente, más para el que intentando que alguien más lo escuche. Asegurándose de que su fiel hacha continuara en su cintura, se dirigió a la puerta del sur de Del Solant al borde del distrito de refugiados.

---- Capítulo 1: Parte 3.

Bajó su plumilla y suspiró profundamente.

Ni siquiera treinta minutos trabajando hoy y Konrad Steinmetz ya estaba desgastado. Aun no se había quitado la fatiga que había acumulado hasta ayer, así que era algo natural.

En la entrada de su oficina había un espejo del tamaño de la pared, al lado del perchero. Viéndolo, vio su agotado reflejo observándolo fijamente: un amargado hombre de media edad con una mirada reprochable. Tenía la sensación de que la pequeña cantidad de cabello que quedaba sobre su oreja había comenzado a retroceder; probablemente no falte mucho tiempo para que quede completamente calvo.

“—Por cierto.”

Su ayudante femenina Karen Bombardier lo llamó desde el otro lado de la montaña de documentos oficiales en su escritorio; viéndolo bajo su lapicero, ella aparentemente determino que él estaba tomando un descanso. Mientras levantaba las gafas de su sensato rostro, ella hablo con un tono sin expresión.

“Sobre lo que antes mencionado…”

“¿Y que podría ser?”

Konrad tenia cincuenta y ocho años. Aun podía sentirse orgullosa de su gran memoria, pero esperando que él recuerde los “asuntos mencionados” que eran añadidos por docenas debido a su trabajo era pedir demasiado.

Konrad and Karen pertenecieron a la organización de reconstrucción post-guerra llamada “Kleeman,” y el número de problemas con el que debían lidiar uno tras otro hacia el trabajo increíblemente estresante.

Para bien o mal, el final de la guerra había provocado un cambio en el continente de Verbist. No había huesos acerca de la diferencia de valores en una era donde la guerra era un lugar común y una era donde reinaba la paz. Políticas, economías y demás habían cambiado completamente.

En particular, los estadistas y nobles que defendieron la guerra con una bandera de “causa justa” ahora debían tomar un vistazo largo y duro sobre cómo manejar su territorio de ahora en adelante.

Estamos en una guerra ahora mismo. Ahora no es el momento de ser frívolo.

Si perdemos la guerra, perderemos todo frente a nuestras narices. ¿Estas preparada para eso?

Ya no podían usar esa retórica para convencer la insatisfacción de las masas hacia un enemigo.

Los problemas se acumulaban en todas las naciones.

Todos habían creído que su ansiedad e infelicidad terminarían con la guerra, y esta fe inquebrantable fue la que los llevo por esta dura era. Como sea, el periodo de este conflicto duro varios siglos. Cuando era finalmente momento para el fin de la guerra, nadie podía asociar el concepto de “paz” como algo concreto.

Los nobles no tenían otra opción más que cambiar su manera de pensar.

Por supuesto, había nobles que se adaptaron a la nueva era sin problemas, pero muchos de los que usaron tácticas coercitivas para gobernar a las personas recibieron un rudo despertar.

Aunque las expectativas de las masas habían incrementado por esta “paz” de la que no sabían nada, que cuando esta llegó, estaban tan mal como habían estado.

El resultado de esto fue—rebeliones y disturbios surgiendo en el continente de Verbist.

Caballeros apuntando su espada a las personas que debían proteger.

Obviamente, hasta la nobleza sabía que esto no podía continuar así.

Sin embargo, no todas las naciones y ciudades estaban teniendo problemas.

Ya sea por casualidad o por pura habilidad para gobernar, existieron algunos lugares que, literalmente, encontraron la paz sin ningún problema. Algunos países incluso revivieron su economía, lo que los llevo a una riqueza incluso mayor.

La nobleza, decidida a copiar el éxito de estos pocos, comenzaron a intercambiar información entre ellos. La gran cantidad de magos que habían sido relevados de sus deberes después de la guerra fueron re empleados y los nobles usaron la magia de los magos para llevar a cabo reuniones entre ellos.

Estos últimos cientos de años, la investigación en ciencias políticas y economía había estado estancada pero ahora había una ola de información masiva.

Aunque claro, con toda esta información de golpe, se volvió complicado y confuso.

Para mantener el desorden al mínimo—para organizar la información y distribuirla consecuentemente—todas las naciones se unieron e instauraron una organización multinacional.

Era la Organización para el Avance y Reconstrucción de la Post-guerra, Kleeman.

Su objetivo principal era buscar y suministrar métodos para el manejo ideal de cada nación.

En algunos aspectos, todo el futuro de Verbist estaba en las manos de esta organización.

Pero existe una montaña de requisitos previos al empleo y la cantidad de personas involucradas fue penosamente bajo

“El asunto del legado del “Rey Demonio”.”

“…Ah.”

Konrad hizo una mueca.

Entre las cosas con las que tuvo que lidiar este fue, con diferencia, la más problemática..

“Gillette Corps planea llegar a Del Solant mañana. Recibí una transmisión de ellos ayer.”

“Del Solant…”

Konrad tomo un diccionario de la nobleza de Verbist de un estante y comenzó a pasar las páginas.

La figura autoritaria de Del Solant era—

“Ya veo. Uno de los hombres que subyugo al Rey Demonio.”

“Aunque no necesariamente tiene uno,” dijo Karen. “Envié una carta detallando nuestra solicitud de cooperación, aunque no he recibido respuesta aún.”

“Bueno, eso es de esperarse,” dijo Konrad, soltando un suspiro. “Él y todos los demás están ocupados. Ocupados y cansados. Probablemente recibamos una respuesta diciendo que ‘no tiene tiempo para andarse con tonterías'.”

“¿Qué deberíamos hacer entonces?”

“Dejaremos esto a los que están aquí.” dijo Konrad. “Tengo cosas como crisis, enfermedades infecciosas, crisis monetarias y problemas étnicos en mis manos. No tengo tiempo para discutir una cosa que ‘podría’ convertirse en un problema cuando tengo tantas cosas que ya son problemas.”

A medida que dice esto, señalo la pila de documentos a su lado.

“Entiendo. Haz lo que quieras.”

Karen, quizás cansada de ver la gran torre de documentos solo asintió—y no llevo la cosa más lejos.

Pero—

Como era de esperarse del Rey Demonio, Konrad murmuro en su interior. Aun después de su muerte, su sombra seguirá cazándonos.

Arthur Gaz—Emperador del imperio de Ga.

El “Rey Demonio.” El “Emperador Tabo.” El “Gran Sabio.” El “General Loco.” El “Genio Gobernante”—con la muerte de este hombre que tenía tantos nombres, la larga guerra había llegado a su fin. Era como si ese hombre hubiera sido un símbolo de la guerra.

Pero…

Aún ahora. Espero que esto solo sea una ansiedad innecesaria.

Con este pensamiento, tomo la pluma otra vez y continuó con su papeleo.

----- Capítulo 1: Parte 4.

“—Esto apesta.”

Caminando con el hacha desenfundada, Tohru murmuro para sí mismo.

“Ah, maldita sea, esto duele. Pensándolo bien, esto cuenta como algo de ejercicio ¿no? Al diablo con esto. ¿No lo dije antes? ‘los que trabajan pierden’. Maldita sea, que dolor. Me pregunto si alguien dejó dinero botado en alguna parte. Eso apuraría las cosas.”

Soltó comentarios desagradables dignos de un ser humano inútil.

Claro, ser pobre no era motivo para ser un ladrón.

Antes los ojos de Tohru tenían el panorama de un bosque lleno de vegetación.

Del Solant era una ciudad fortificada promedio. Estaba rodeada por montañas en tres de sus lados que hacían el comercio menos conveniente, aunque también hacia a la ciudad más fácil de defender y por definición, más difícil de invadir. La razón por la que la guerra duro tanto fue por el conflicto entre los señores que gobernaban. Como resultado, muchas de las ciudades se habían fortalecido, pero ahora que la guerra había terminado, la mayoría de estas características solo hacían más difícil el acceso a ellas.

En cualquier caso—en las afueras de Del Solant, había una enorme región montañosa.

Una gran vegetación y animales salvajes abundaban allí, pero un principiante caminando lo encontraría un poco empinado para su gusto. Por esta razón, solo los cazadores y leñadores profesionales entran a esta región.

Tohru pensó que en este lugar podría capturar ratas o conejos o recoger plantas silvestres.

Sin embargo—

“Maldición Akari.”

Algunas hojas de arbustos que había cortado con s hacha giraron en el aire y cayeron al suelo. Agarró una hoja que revoloteaba en su cara y la metió en su boca, refunfuñando todo el tiempo.

“¿Qué espera de mi después de todo este tiempo?”

Ya había pasado un año desde que llegaron a Del Solant.

Día tras día de ver a su hermano mayor hacer absolutamente nada más que dormir, cualquiera pensaría que Akari ya se hubiera rendido con el—pero ella aún encontraba maneras de encender un fuego en su trasero.

Ella también fue la que registro el nombre de Tohru en el gremio de Del Solant.

Ella también se había registrado, pero más manos contratadas no garantizaba tener trabajo. Para empeorar las cosas, existía el hecho de que Akari era curiosamente ingenua cuando se trataba de la sociedad y nunca se dio cuenta de que estaba recibiendo los peores trabajos. Sus ingresos apenas alcanzaban para sobrevivir.

Si lo pensabas bien, todas las ciudades fortificadas eran mayormente autónomas, no solo Del Solant. No había forma de que un trabajo considerado “bueno” fuera para los refugiados—más aún si se te consideraba un princípiate.

“En cuanto a ella, su aspecto suficientemente bueno: ¿Por qué no se junta con un chico decente? Nunca tendrá que preocuparse por comida de nuevo.”

Y nunca más tendrá que preocuparse por su inútil hermano.

Tohru sintió que de todos modos se sentiría más feliz solo. Cuando llegase el momento donde no podía seguir más sin comer, podía ir a las montañas a comer hiervas como lo estaba haciendo ahora. Por supuesto, sin pan, queso, mantequilla, sal o pimienta, comer plantas cada día lo envejecería rápido.

Pero, el lidiaría con eso cuando fuera el momento.

“¿En primero lugar, aunque seamos ‘hermanos’, originalmente éramos extraños…honestamente ¿Por qué ahora?”

Tohru se abrió paso en la montaña refunfuñándose a sí mismo.

Como se mencionó anteriormente, esta área estaba tan deshabitada que hasta los rastros de animales apenas se veían, por no hablar de los senderos endurecidos y tan transitados. Tohru estaba acostumbrado a estas cosas, por lo que estaba bien para él, pero para un principiante podría ser bastante peligroso.

Y todavía…

“—Hm?”

De repente, Tohru se detuvo.

Un ruido había alcanzado sus oídos.

“¿Qué fue eso…?”

Contuvo su aliento y agudizó su oído para escuchar. Escuchó el ruido de nuevo—Sonaba como un crujido en los arbustos. Parecía irse acercando poco a poco a él.

Algo se estaba moviendo, oculto en los arbustos.

“¿…Un animal?”

Viendo de cerca, notó además del ruido, el arbusto moviéndose.

Al tomar en cuenta el tamaño del arbusto moviéndose, supuso el tamaño de lo que estaba en él.

Parecía ser de tamaño humano—o más grande.

En un instante vio la distancia entre él y la criatura: unos 15 metros. Incluso en un bosque montañoso empinado, un animal podría cubrir esa distancia fácilmente en un instante.

Tohru se preparó.

Si era un ciervo o jabalí, talvez podría cazarlo. Si fuera un oso o un lobo debía dejarlo ir.

Y en el peor de los casos, si fuera un Feyra…bueno, ya pensaría en eso si llega el momento.

Rendirse puede ser una buena opción en ese momento.

Probablemente no es un Feyra. pensó calmadamente.

Entonces–

“¿…?”

(Ruidos casi sordos). Escucho un ruido que no podía proceder de un animal.

Tohru buscó en su memoria, intentando recordar un ruido similar. Sonaba artificial y duro, ¿Talvez como el ruido de una roca golpeando una caja de madera? Al menos, no era un animal acercándose y no había algún insecto que pudiera hacer tal sonido.

Escuchando más de cerca—pudo oír un ruido como si algo fuera arrastrado.

¿Qué demonios es eso?

No podía ser un cazador o leñador.

Así que…

“…”

De repente, un rostro salió del arbusto.

“¿…Ah?”

Cuando Tohru lo vio fijamente se formó un pliegue en sus cejas.

Su presencia aquí era como una anomalía, o simplemente extraña. De cualquier manera, como sea que lo exprese, no era lo que esperaba ver.

Para ir directo al punto era…una chica humana.

Parecía estar en un estadio de béisbol, de unos catorce o quince años.

Era linda y tenía unos rasgos refinados encantadores.

El oscuro bosque en la montaña se había vuelto más oscuro ahora ya que el mediodía se acercaba y los rayos de la luz del sol que pasaban entre los arboles cubrían su cabello plateado. En su cabeza tenia adornos para el cabello blancos y sus grandes ojos violeta parpadearon rápidamente sorprendida mientras miraba su alrededor. En algunos aspectos, parecía un animal pequeño.

En cualquier caso, no era una bestia agresiva y feroz.

Realmente, al ver ese frágil cuerpo cubierto de ropa oscura, parecía más la presa.

Era muy curioso que esta pequeña niña vagara por la ladera de la montaña sola, pero esto había ido más allá de lo “curioso” a lo “simplemente extraño.” Su ropa era mayormente oscura, pero también tenía varios trapos decorativos y accesorios personales unidos. No era nada adecuado para escalar montañas. Parecía que las ramas rotas y restos de arbustos estaban pegadas a ella.

Por supuesto, no tenía un hacha para cortar la maleza o algún tipo de bastón.

La mayoría de los excursionistas en esta área tenían bastante experiencia, mientras que ella parecía estar de paseo en el centro o pertenecer a la pelota de algún aristócrata.

Vestida de esa manera, fácilmente toparía con algún tipo de percance.

Ella estaba tomando la montaña a la ligera. Con ese atuendo, Tohru no podía imaginarse nada mas..

Sin embargo—

“¿…Qué es…eso?”

Aunque hubiera sido por un instante, había confundido a la niña con un animal grande. Esto debido a lo que ella llevaba que— pensaba que era el cuerpo de alguna criatura. Por alguna razón ella llevaba un gran bulto en la espalda—una gran caja roja oscura que, probablemente, fue la razón por la que el arbusto se movió tanto.

No, no era sólo una “caja”—

“¿…Un ataúd?”

El hecho de su forma ya lo decía–era una forma octogonal extendida. Lo único con lo que Tohru podía compararlo era con un ataúd. No hay manera de que fuera algo más.

Por supuesto, el objeto parecido a un ataúd era tan grande como para que cupiera un adulto en él, y, por consiguiente, era más grande que la niña. Tenía un cinturón de cuero alrededor suyo lo que la dejó llevarlo en su espalda mientras caminaba. Llevarlo de esta manera podría causarle raspaduras o romperse, pero parecía bastante resistente. La superficie estaba libre de arañazos y manchas.

Pero ¿Qué era lo que pasaba aquí?

Incluso si el ataúd estuviera vacío, sería bastante pesado.

Como mínimo, una niña como ella no debía que estar en las montañas. ¿Tenía la intención de usar el ataúd como saco de dormir? Pero tenía una lámpara instalada en un costado…

Un ataúd sería probablemente más seguro para dormir que un saco mal cocido, pero…

“—Hey.”

Completamente estupefacto, Tohru se levantó del arbusto y la llamó.

“Esa cosa. ¿Qué estás haciendo con eso?”

“…¡!”

La chica salta del susto y gira su cabeza en dirección a Tohru.

Sus ojos violetas ya eran grandes para empezar, pero al verlo se abrieron aún más.

“¿Qué demonios estás haciendo en la montaña…?”

En cierto sentido, podría hacerse la misma pregunta–

“¿¡…!?”

Pero se vio obligado a detenerse a media frase.

Con un gran ruido, la niña y el ataúd se hundieron en los arbustos.

“¿Hey…?”

Ante esta reacción inesperada, Tohru gritó y la llamó, pero vio y escuchó un rastro de susurros alejándose de él en un instante. Parecía que ella había huido, y con bastante prisa.

“…”

Pero un bosque en la montaña era un lugar en el que es más fácil perderse que en una ciudad.

Incluso mantener un camino recto era difícil. Tuve muchas dificultades cuando aún no estaba acostumbrado a ir de excursión a la montaña: no era de extrañar que los novatos se perdieran mientras intentaban evitar algunos obstáculos y, como resultado, daban vueltas en circulos.

Y de hecho—

“….”

Juntando sus ojos, Tohru vio la niña agachada en los arbustos. ¿¡Ella siguió moviéndose en una dirección hasta que ella escucho un “golpe” y un corto grito como “Gyaa!?” Parecía que algo hizo que se detuviera. Ella se dirigió a otra dirección, pero de repente escucho otro “golpe” y un golpe casi sordo y se detuvo de nuevo. Luego se movió hacia un lado y así sucesivamente hasta que termino de nuevo donde comenzó, frente a Tohru.

Y entonces—

“…”

“…Bienvenida de vuelta.”

Su rostro, con una expresión de ¿Es seguro ahora?, había salido del arbusto de nuevo. Se preguntó si había finalmente aprendido su lección. A esas alturas, estaban a unos dos metros de distancia entre ellos. Si él daba uno o dos pasos y extendía su mano podría haberla alcanzado fácilmente.

“¿¡…!?”

El rostro de la chica se congeló de la sorpresa.

Ya que Tohru estaba acostumbrado a tratar con el rostro inexpresivo de Akari, tenía que admitir que ver una expresión como esa era bastante divertido.

Agitando sus brazos y piernas en pánico, miró hacia derecha e izquierda y de nuevo hacia el frente.

Luego, después de estar en pánico por un momento, se quedó quieta y habló.

“A…”

”¿‘A’?“

La chica señaló al desconcertado Tohru con tanta fuerza que parecía que debía haber un chasquido, una mirada acusadora en su rostro.

“Ataca”

“¿Ataca? ¿Quién está atacando? ¿Quién está siendo atacado?”

No era como si Tohru no entendiera lo que trataba de decir, pero él siguió adelante y preguntó de cualquier manera.

“Tú. Yo.”

Después de señalar a Tohru, se señaló a sí misma.

¿Cómo podría uno poner esto?… Talvez solo era él, pero todas sus acciones parecían ser algo altaneras. Para una primera reunión con alguien, era como si ella no se hubiera guardado nada. Por otro lado, parecía estar en alerta máxima.

“…”

“…”

Tohru miró a la chica con los ojos entrecerrados.

La niña miró a Tohru con sus ojos viendo hacia arriba.

La tensión entre los dos era claramente unilateral.

Entonces—

“¿Quieres que te ataque?”

“…”

La niña negó con ganas con su cabeza.

“Bandido—no?”

“Si lo que preguntas es si soy uno de esos bandidos solitarios que andan por ahí, no lo soy.”

“…….”

“Perdón, pero no tengo un trabajo actualmente.”

“¿……Cazador?”

La chica frunció el ceño mientras veía el rostro de Tohru.

“Como te dije, no tengo ningún trabajo.”

Tohru suspira fuertemente.

Claro, el atrapó en alguna ocasión algún pequeño animal, pero no podrías llamar a eso “cazador profesional.”

“La comida se volvió un problema, por lo que estoy reuniendo plantas silvestres.”

A decir verdad, sonaba patético incluso pasa sí mismo…pero si eso fuera suficiente para molestarlo no habría llegado al punto en donde Akari tuviera que amenazarlo con su martillo.

“…Entiendo.”

La chica asintió cuando dijo esto.

Por alguna razón, su expresión facial cambió a una sonrisa triunfante y empujó su dedo índice en la naríz de Tohru como si hubiera llegado a una conclusión.

“¡Pobre!”

“Bueno, supongo que no exista algo como un adinerado rico, pero…ser llamado pobre una y otra vez era irritante.”

Él dijo esto con un suspiro.

Si bien Tohru sintió siento descontento al ser llamado pobre por un completo extremo, era cierto que era pobre hasta el punto de no tener dinero ni siquiera para el desayuno. Sin embargo, esta chica no se veía como si estuviera despreciándolo o reprendiéndolo—era más como si fuera un objeto raro por el que sentía un placer al ver.

“Pobre. Entiendo. Pobre.”

Ella asintió con su cabeza una y otra vez.

¿Quién es esta chica?

Era como si, aunque supiera la palabra “pobre” y su definición, nunca hubiera visto uno.

“Olvídate de mí, hablemos de ti. ¿T-U. ¿Qué estás haciendo aquí?” Miró por encima del ataúd rojo oscuro que llevaba. “Y ¿Qué es esa cosa que parece un ataúd en tu espalda? ¿Para empezar—¿No sabes que hasta los locales evitan este lugar?”

“…Ah.”

Cuando la niña volvió su cabeza y vio el ataúd que llevaba en su espalda, sus ojos se agrandaron.

Con pánico, soltó el ataúd y lo empujó hacia los arbustos, luego se paró frente a el—¿Estaba intentando mantenerlo oculto? De nuevo con su mirada hacia arriba, devolvió la mirada a Tohru y habló.

“… ¿Lo viste?”

“Bueno, claro que puedo verlo,” Tohru respondía con incredulidad.

Era más alto que la chica. Sería imposible no verlo.

“No lo viste.”

“…..¿?”

“Tú, no viste eso.”

“…Oh, ok, Yo…supongo…” Tohru mientras se rascaba su mejilla.

Entonces, justo frente a él—

“No pensé…conocer a nadie…aquí en las montañas…pensé que era una…buena idea…”

Murmuró en voz baja.

Esta vez, no era el lenguaje oficial el continente. Sonaba como Laeke, usado mayormente en el norte. Tohru había pensado que su dialogo cortado había sido extraño, pero eso parecía ser porque ella era del norte. No estaba acostumbrada para nada al idioma local, y era obvio solo escucharla hablar fluidamente en Laeke.

“¿Eres alguna clase de criminal o algo así?”

La niña parecía estar dispuesta a ir tan lejos como para escalar una montaña como para no ser vista, así que eso es lo único que se me ocurrió. Aunque normalmente era difícil llegar a Del Solant, había un camino por el valle que comúnmente atravesaban los carruajes. A menos que las circunstancias de la niña fueran extremas, no tendría que estar cargando un equipaje tan grande por un camino que apenas podía llamarse así.

“¡Irrespetuoso! ¡Descortés! ‘Grosero!”

Ella lo miró, señalándolo otra vez.

Por cierto, ella volvió a usar el lenguaje del continente. No era como si su Laeke fuera malo, pero era como él pensaba: ella era aún más fácil de entender cuando usaba una lengua común.

“Entonces ¿Por qué estás tan preocupada de que alguien te vea?”

“¡¿…!?”

La niña permaneció en silencio, pero parecía estar sorprendida.

Parecía no contar con que Tohru pudiera entender su Laeke.

“…”

Una vez más, la niña lo vio con sus ojos viendo hacia arriba.

Su cara se inclinó. Miedo, ansiedad, irritación, desconfianza…muchas emociones diferentes pasaron por el rostro de la niña sucesivamente. Sus ojos eran como los de un gato callejero que no sabía si considerar a la otra persona un aliado o un enemigo.

“Bueno, no importa. Aún si eres un criminal o lo que sea no es de mi incumbencia,” dijo Tohru encogiéndose de hombros.

Hasta hace algunos años, la guerra se había librado en el continente. Se dieron muchas muertes. Se hicieron muchos robos. No era pequeño el número de personas que nacieron y crecieron con estos valores. Además, debido a que fue un periodo de confusión postguerra, los países se vieron obligados a reorganizar la forma en la que funcionaban y nuevas leyes aún estaban en desarrollo. Incluso la delineación de lo que era y no un crimen todavía era confuso. Aunque el propio Tohru no tenía ninguna intención de convertirse en criminal, realmente pensaba que no era raro que hubiera alguno de camino.

Correcto. El realmente no pensaba en eso.

“Como sea…”

Tohru suspiró.

Gracias por esta breve conversación, Tohru pensó que al menos se le había ocurrido algo, aunque fuera vaga, de lo que estaba pasando.

Esta chica era una forastera y no tenía idea de cómo era este lugar.

Por lo que pudo conseguir de su vestimenta, era probable que como se dijo anteriormente—ella no tenía experiencia alguna en el senderismo de montañas. Ella parecía una niña engreída que no sabía nada del mundo.

“Tu…tienes algún negocio en Del Solant?”

“Correcto,” dijo la chica.

“¿Y cuánto tiempo llevas caminado en la montaña?”

“Tres días.”

“…”

Esto era malo.

Tohru evaluó la niña de pies a cabeza por un momento.

“Una pregunta.”

“¿Si?”

“¿Tienes algo de dinero?”

“Din-ner? Ah, ‘¿dinero’?”

La niña parpadea con sus ojos violeta.

Luego, con una mirada como si finalmente hubiera entendido, asintió con fuerza y, por si no era suficiente, juntó las manos con un “pan”.

“Entiendo. ¡Asaltante de carretera!”

“Espera, ¿Quién es un asaltante de carretera? ¡No me señales!”

Tohru golpeó la mano que lo señalaba tan descaradamente.

“Em. Asaltante de carretera. ¿No?”

“No lo soy, ¡Lo juro!”

“¿Asaltador?”

“¡No!”

“… ¿Asesino?”

“¿Por qué quieres que sea una clase de bandido?”

“Em, em…”

Ella cruzo sus brazos e inclino su cabeza.

¿Esta chica quiere ser atacado o algo? pensó.

Tohru suspiró.

“Desayuno para dos. Esa es su tarifa por navegación.”

“…¿?”

Con una mirada desconcertada la chica miró fijamente a Tohru.

A esta niña sin sentido Tohru dijo rudamente,

“Quieres llegar a Del Solant sin ser vista, ¿verdad? No conozco tú negocio ni nada, pero sigue como estas, y no llegarás ni en una semana.”

“… ¿¡Em!?”

“¿Pasaste por muchos problemas para escalar esta montaña y no pensaste en un mapa? Si hubieras caminado como se debe no hubieras durado ni tres días. Es obvio que estas completamente perdida.”

Después de todo, había estado dando vueltas en circula hasta cuando huía de Tohru. Probablemente tenía la intención de ir atravesar de la montaña, pero se dio vuelta en alguna parte del camino. Independientemente si había un camino claro o no…la vegetación de la montaña era tan densa que era fácil perder el rumbo.

“Verdad impactante.”

“¡Deberías haberte dado cuenta!” Tohru le grito a la niña cuyos ojos eran tan grandes como platillos.

“Te abriré camino si me invitas a desayunar. Ah, a mi hermana también.”

“…Em.”

Ella cruzo sus brazos y frunció el ceño.

Bueno, después de que una persona que conociste en medio del bosque comienza a pedir “impuesto de navegación” y “desayuno”, por supuesto ella estaría desconcertada.

“Te lo dije antes ¿Verdad? No tengo trabajo. No es como si estuviera orgulloso de ello, pero no tengo dinero ni para desayunar—”

Hasta ahí llegó.

Moruzerun, Moruzerun, Erumun.

El escucho un ruido muy raro.

No—eso estuvo mal, no fue un ruido.

Fue una voz.

Una voz sombría y critica voz que soltaba palabras raras e incomprensibles—la voz baja de una persona.

Seburun, Wamurun, Tourun.

Shunerun, Horun, Yarun.

“…¡!”

La chica parpadeó sorprendida.

Tohru se lanzó sobre la chica.

Ambos calleron simultáneamente.

“¿¡Migyaa!?”

La chica dejó salir un pequeño grito ante lo sucedido.

Mientras empujaba el cuerpo de la pequeña niña al suelo—Tohru sintió algo que rosaba su espalda con fuerza.

“¡Mierda…!” Tohru gimió. “Hombre… ¡Esto apesta!”

Sin preguntar por algún premiso, Tohru envolvió sus brazos en su torso—y pateo el suelo. Si se hubiera quedado así los hubiera matado con certeza. Sin embargo, había una gran posibilidad de que pudieran ser asesinados mientras corrían.

“—Espera, ¿¡Qué demonios!?” Tohru gritó inconscientemente. Algo estaba mal. Su cuerpo era extrañamente pesado—o, mejor dicho, es como si tuviera algo pesado por detrás. Una vez se volteó, vio que ella estaba tomando el cinturón de cuero que tenía el ataúd mientras se arrastraba detrás de él, golpeando a su alrededor.

Incluso en circunstancias normales, el equilibrio en la montaña era complicado, por lo que mantener el equilibrio mientras lo cargaba era especialmente difícil, por no mencionar que arrastraba el ataúd junto a él, lo que no le permitía correr.

“¡Solo deshazte de esto ya!”

“¡Me rehúso!”

La chica inmediatamente contesta.

Debido a que estaba detrás de ella, Tohru solo podía ver sus piernas agitadas, su parte trasera y su espalda, por lo que no podía ver su expresión. Si tuviera que adivinar, de seguro era de irritación.

“Oh, ¿¡Mierda!?” gritó Tohru.

Una gran, sombra oscura voló sobre él.

Se estrelló contra varios árboles y ramas, dibujando arcos repetidamente en su trayectoria de vuelo, hasta que aterrizo junto al lado de donde huían Tohru y la chica—

“Lo sabía…es un Feyra…!”

Era…una cosa extraña parecida a un caballo.

Saltó ágilmente entre los árboles, tenía una extraña protuberancia en su frente, y unos colmillos carnívoros salieron de su boca. Podrías llamarlo un caballo, por supuesto, pero era realmente un…

“¡Unicornio…!”

Esta cosa similar a un caballo era una maravillosa criatura viviente. Sus pesuñas, patas y su estructura corporal se parecían a las de un caballo, por lo que tenía una gran facilidad para galopar rápidamente en una amplia llanura. Realmente, esta criatura no tenía por qué estar en este bosque lleno de obstáculos.

Pero esta criatura llamada unicornio era un Feyra, por lo que simplemente llamarlo “unicornio” no volaba. Si bien era similar a un caballo porque tenía una gran compleción, era más ágil que una ardilla o incluso un mono y podía moverse en un plano tridimensional.

Este unicornio era carnívoro y un hábil cazador con forma de caballo.

“Mierda…”

Tohru gimió irritado.

Un Feyra en las montañas—intentar y superar a esta criatura seria el acto de un tonto. Sin mencionar que el equipaje que ella llevaba nos imposibilitaba correr.

Entonces—

“No hay manera de evitarlo.”

No había muchas opciones.

Había estado en las montañas muchas veces, por lo que tenía una buena idea de la geografía. Mirando arriba, Tohru miró la ubicación del sol más allá de las copas de los árboles y determinó el ángulo—usó esto para encontrar su posición actual.

“¡Hey!”

Tohru le dijo a la chica que seguía abrazando.

“Retiro lo que dije antes. Guarda ese ataúd sobre tu vida.”

“¿Eh?”

Moruzerun, Moruzerun, Erumun.

Seburun, Wamurun, Tourun.

Shunerun, Horun, Yarun.

Ellos oyeron la voz nuevamente.

Entonces—

“¡Vámonos!”

El campo de visión que había sido obstruido por plantas poco a poco se fue aclarando.

Justo como recordaba y había predicho.

Entonces—

“¡¡Mantén tu respiración!!” Tohru gritó mientras golpeaba el suelo con fuerza.

Y en el siguiente instante—

“¿Nya?”

Un camino oscuro fue gravado en el aire con una fuerza violenta.

La niña dejó salir un sonido estúpido.

Tohru saltó de un acantilado, e él, la niña y el ataúd cayeron hacia un pantano justo debajo de ellos.

----- Capítulo 1: Parte 5.

La fantástica criatura parecida a un caballo negro había estado saltando por el bosque entre los arboles como una flecha suelta, pero en el momento en que Tohru y Chaika desaparecieron, se detuvo.

Ahora se quedó completamente quieta lejos—muy lejos de su anterior comportamiento. No quedó ni rastro de su ferocidad: sus ojos se habían vuelto huecos, como si hubiera perdido la vida.

Entonces—

“… ¿Hmm?”

Un matorral se dividió con un susurro, mostrando la figura de un hombre.

En su pequeño cuerpo llevaba una capa de color marrón oliva con manchas de color verde oscuro, para mezclarse con la vegetación. Esto lo hizo indistinguible en el ambiente a su alrededor. Como un adicional, su capa cubrió el contorno de su cuerpo, haciendo que el camuflaje fuera aún más efectivo.

Sin mencionar que el hombre había sido minucioso.

Su cara y cabeza bien afeitadas tenían una pintura que asimilaba el patrón en la capa y en su espalda había una bolsa tan grande como una gran espada, igualmente envuelta en un manto verde oscuro y marrón oliva.

“Se escaparon, eh…” murmuró el humano.

La pintura en su cara dificultaba saber qué expresión estaba haciendo. Sin miedo, se paró al lado del unicornio y miró al barranco donde Tohru y la chica habían saltado.

“Supongo que estaba mal preparado, ¿Debo esperar a que el Sr Gillette llegue…?”

Murmuró para sí mismo como si estuviera ordenando sus ideas.

Finalmente—

“No. No dejaré que esta gran oportunidad se desperdicie.”

Una grieta blanca se extendió por el rostro del hombre—El hombre mostró sus dientes con una sonrisa.

“Ahora, ¿Qué tal si atamos esto?”

De frente al unicornio que parecía una estatua, el hombre dejó su bolsa en el suelo.

* * *

Él debe haberse desmayado sólo por unos segundos. Un poco más y seguramente se habrían ahogado.

“¡Hgah…!”

En el momento en que Tohru recobró el conocimiento, se aseguró de que tenía su brazo firmemente alrededor de la chica.

Ella estaba tosiendo espuma y sacudiéndose salvajemente, pero estaba viva y consiente. Afortunadamente, el ataúd que sostenía como a un objeto religioso había actuado como flotador. Tohru ya había calculado tanto por el sonido que hacía al arrastrarse por el suelo, pero parecía que casi no tenía nada dentro, ya que era suficiente como para flotar y sostener a la chica y a Tohru.

“Ku…Ugh…”

Estiró su brazo con toda su fuerza. Había ramas colgando de los árboles a ambos lados del río, pero no estaba suficientemente cerca como para tomar alguna de ellas. Sin embargo, recordó que era común ver el crecimiento del nivel del río en alguna orilla por las intensas lluvias, que a su vez erosionaría la tierra y mostraría las raíces de los árboles. Finalmente, encontró una de estas raíces, la sujetó con éxito y tiró de él, la niña y el ataúd contra la corriente hasta levarlos a tierra firme.

“Haa…Haa…Haa…”

Se estiró junto a una roca musgosa al lado del río completamente exhausto, jadeando en respiraciones entrecortadas. Sentía que esa era la mayoría de su fuerza agotada.

Miró rápidamente a su lado y vio que la niña era muy parecida; ella estaba tosiendo y respirando muy violentamente. Aun así, se aseguró de que su ataúd estuviera ileso, debe haber sido algo realmente importante para ella. Luego, lentamente se volvió hacia Tohru..

“Abrupto. Fuerte. Excesivo—”

Pero fue lo más lejos que llegó.

“¿¡Mu…!?”

La chica se quedó inmóvil, con sus ojos muy abiertos

“… ¿Qué pasa?”

“¿¡Sangre…!?”

La chica señaló al frente de ella.

Pensando que eso no podía ser nada bueno, Tohru se levantó y miró hacia la roca en la que estaba tendido.

Se tiñó con el color del óxido.

Era sangre, sin dudarlo. El agua del río en la ropa mojada y la sangre de la herida en su espalda se habían mezclado en la roca, tiñéndola de un color marrón pálido. La sangre era diferente de los pigmentos normales con los que se convertiría en un rosa claro al diluirse con agua—se volvió un color similar al café.

“Ah…” Tohru dijo indiferente. “Bueno, lo arruiné, eh.”

“¿Arruinaste…?”

La chica se acercó a Tohru, mirando fijamente su espalda.

“¿Porque, me protegió?”

“Ah…Si…supongo.”

Tohru, por supuesto, no podía ver su propia espalda, pero podía imaginar el daño. No parecía haber alcanzado el hueso o algo por el estilo, pero se sentía como una herida abierta. Podía sentir que era una línea recta a través de su espalda, como si hubiera sido hecha por algún tipo de espada.

“Huh. ¿Cómo pasó esto?”

“Urgente. Tratamiento. Requerido.”

La chica comenzó a buscar en sus bolsillos con muchas ganas como si buscara algo. Salió una gran cantidad de agua, pero no parecía que encontrara algo útil.

“…Nada,” murmuró decaída.

“Ah, no, Probablemente estaré bien…” dijo Tohru cansado.

Después de todo, el conocía bien su propio cuerpo. Si hubiera continuado sumergido en el río, hubiera sido posible que muriera de hipotermia. Sin embargo, la herida no era profunda hasta el musculo o el hueso y sabía que el sangrado había comenzado a detenerse.

Aun así…

“Todas esas malas comidas pasan factura, ¿eh?”

Su resistencia era deficiente. Había perdido sangre y el agua helada había consumido su energía. Un gran cansancio cayó sobre él. Sin mencionar que había pasado mucho tiempo desde que había tenido una comida decente.

“Supongo que no podemos escapar, entonces,” Tohru dijo como si no le importara.

Incluso en esta situación que amenazaba su vida, ni su tono de voz ni su expresión facial mostraron alguna sensación de urgencia. Tampoco es como que el fuera muy optimista o alguien esperanzado, así es como era.

“No estamos en la mira del Feyra—y especialmente, no un unicornio.”

La chica permaneció en silencio.

A pesar de su anterior actitud arrogante, parecía una tonta en algunos aspectos… pero al menos podía entender la gravedad de ser perseguida por un Feyra en las montañas.

“Es inútil,” Tohru dijo encogiéndose de hombros. El dolor se disparó en su espalda he hizo una mueca. “…Hombre, que vida tan aburrida llevo.”

Se hizo ese comentario repentino.

“¿Vida, aburrida?”

La chica parpadeó mientras comenzaba a hablar finalmente, Era como si nunca hubiera escuchado esas palabras anteriormente.

“¿Rendirse?”

“…Básicamente.”

Tohru asintió, con una sonrisa irónica.

“¿Fallecer?”

“Probablemente.”

“Problemático.”

“Bueno, sí, obviamente,” he dijo encogiéndose de hombros nuevamente.

“Muerte. ¿No asustado?” ella preguntó, señalando a Tohru.

“Hm? Ah, bueno, probablemente mentiría si dijera que no, pero—”

Tohru apartó la mirada de la chica.

¿Por qué lo hizo? Era desconocido hasta para sí mismo.

“Ni siquiera sé si estar vivo está bien para mí, para empezar.”

Sonrió con una cara burlona.

“En…este tipo de mundo.”

No sabía a donde apuntar.

No sabía que objetivo tener.

No quería hacer nada. No de nuevo.

Y ya era muy tarde para que hiciera algo sobre sí mismo.

No tenía ningún deseo u objetivo claro. Simplemente vivía su vida sin dirección, en un ciclo sin fin.

¿Existía una ocupación adecuada para él?

Si es así, ¿Qué podría ser?

Podría haber trabajado por su pan de cada día, haberse casado con una novia de una edad adecuada, haberse establecido en una pequeña casa en un rincón del distrito y haber vivido una vida promedio hasta que muriera—pero no quería pasar su tiempo restante de esa manera.

¿Qué sentido tenia eso realmente?

¿Sería realmente diferente morir aquí?

¿Por qué razón nací?

No podía evitar pensar que sin importar cuanto trabajara, no sería nada. Lo que puede hacer un solo humano es minúscula en el mejor de los casos. Viviría y moriría sin dejar alguna marca en el mundo.

No había nada que él pudiera hacer. No había nada que pudiera dejar atrás.

Su vida no era mejor que la de un insecto o una bestia.

Un objetivo de vida.

Una meta para trabajar.

Él los había tenido, alguna vez. Una vez tuvo completa confianza en su objetivo. Pero ese día, le quitado sus ambiciones completamente.

Así que cuando llego el momento para que Tohru hiciera algo, siempre se cuestionaba si valía la pena hacerlo. Durante un año, no había hecho nada más que revolcarse en perversión.

Tohru comenzó a hablar con una voz llena de mal humor.

“Había cosas que quise hacer algún día.”

Se encogió de hombros.

“Pero ya no más. Todo se ha perdido. Ahora lo único a lo que me aferro es a la ley de la inercia.”

“…”

La chica miró a Tohru por un rato, con la cabeza de lado y, finalmente…

“Redescubrir.”

Señaló a Tohru con seriedad, como si le estuviera dando una orden.

“¿Ah?”

“Otra vez. Vas a. Empezar ahora. Una vez más”, dijo como si fuera el curso natural de acción

Pero—

“Es demasiado tarde para eso.”

“¿Porqué?”

“¿Sinceramente? No tengo habilidades para nada más.”

Alguna vez tuvo un propósito para vivir.

Pasó todos sus días trabajando para cumplir ese propósito, por lo que no tuvo tiempo para pensar o aprender algo diferente. Tohru era como un pedazo de arcilla ya cocida como un plato. Era demasiado tarde para querer convertirse en una taza. Incluso si le dejaran vivir de otra manera, no sería fácil.

Como sea—

“….”

La chica—

“¡Ouch!”

Comenzó a golpear la espalda de Tohru repentinamente.

“¿¡Qué diablos crees que haces, idiota!?”

“Ah. Lo siento, Se sintió insatisfecho.”

“¡Se sintió insatisfecho, mi trasero!”

Puede que no haya sido una herida profunda, pero el hecho de haber sido golpeado en esa área fue algo definitivamente doloroso.

“—Igual.”

La chica se señaló a si misma repentinamente.

“¿Qué quieres decir con eso?”

“Sin talento. Igual que tú. Puedo hacer—muy poco.”

Se acercó al ataúd a su lado y lo abrió lentamente.

Como había deducido por el hecho de que el ataúd pudo flotar en el río, estaba casi vació—sin embargo.

“—Eso es…”

Los ojos de Tohru se abrieron.

Lo que la chica sacó—era un dispositivo de acero.

Basado en su longitud, Tohru pensó que era una lanza metálica…pero no, esto era algo diferente.

Era un largo, largo tuvo metálico, al que se le podían unir una gran cantidad de piezas mecánicas.

Tenía una mira para ajustar la puntería.

Había una empuñadura de madera y un bípode, que se ajustaba fijándolo al suelo.

Era—un Gundo.

Era un dispositivo que usaban los magos cuando querían disparar su magia. Así como los caballeros usaban espadas y los arqueros arcos y flechas, los magos usaban su Gundo. En otras palabras, tener un Gundo era prueba de que eras un mago.

“Tú… ¿eres una maga?”

“Correcto.”

La chica sacó una sonrisa orgullosa—y rápidamente se puso a trabajar ensamblando su Gundo.

Por el hecho de que debía ser desarmado para su almacenamiento, ya era obvio, pero… era largo, tanto que incluso superaba la altura de la chica. El frío acero negro y la cálida madera marrón marcaron un gran contraste

“Todo esto. De lo contrario, inútil. Aunque…”

Finalmente, la chica desplegó el bípode sobre el ataúd.

“Con esto, puedo hacer mucho.”

“Entonces quieres decir…” Tohru entrecerró sus ojos.

Él no era un mago, por lo que no comprendía los detalles. Sin embargo, había oído mucho acerca del poder que tenían los magos.

Debido al tamaño y peso del Gundo, requerían un gran esfuerzo para llevarlos, por lo que no eran realmente portátiles. Básicamente, necesitaban que el usuario lo dejara en un lugar, o almenas que tuviera una base realmente fuerte.

Sin embargo—la magia era mucho más poderosa que una espada o un arco.

Con un gran alcance y algo de tiempo, un solo mago podría desaparecer un castillo con un solo disparo. Se dice que el hombre cuyo fin termino con la guerra, Arthur Gaz—también conocido como el Rey Demonio, el Emperador Tabo, el Gran Sabio y muchos otros apodos—poseía una cantidad de magia tan grande tenía la capacidad para destruir montañas enteras y secar ríos completamente.

Entonces…

“Quieres decir que en vez de huir del unicornio… ¿Podemos matarlo?”

“Probablemente.”

Una sonrisa audaz marcó el rostro de la chica mientras asentía.

Aparentemente, tenía algo de confianza en su poder como maga.

“Sin embargo. Durante el proceso de activación mágica—no puedes moverte.”

“…No, apuesto.”

Naturalmente, con la gran cantidad de magos poderosos que habían sido reclutados para la guerra, pero la mayoría de ellos no tendrían la capacidad de estar en las líneas principales. En su lugar, proporcionaban apoyo desde las líneas posteriores. Tener que usar un incómodo Gundo mientras se realizaban los tardíos ajustes para cada posición particular, se podría decir que los magos eran completamente inútiles en peleas cuerpo a cuerpo.

Así que eso significa—

“Muy bien, primero vamos a usar magia de vigilancia para ver dónde está el Feyra. Entonces, podremos pensar que hacerle…”

Eso fue todo lo que pudo decir.

“…”

“…”

La chica quieta en un lugar.

Tohru habiendo suspirado.

No había ninguna necesidad de voltearse y ver.

La escena detrás de él se reflejaba claramente en las pupilas de dilatadas de la chica: entre los árboles había aparecido la figura de aquella bestia-caballo.

Entonces—

Moruzerun, Moruzerun, Erumun.

Sobresaliendo en la parte superior del unicornio había un órgano que la mayoría de las personas llamaban “cuerno”. Ahora estaba emitiendo una luz.

Temblaba sobre la cara larga y delgada del unicornio, la luz parpadeaba intermitentemente aunque no se apagaba. Por el contrario, el cuerno se expandió por si solo y comenzó a dibujar un extraño patrón.

Seburun, Wamurun, Tourun.

Shunerun, Horun, Yarun.

Era—un círculo mágico.

Feyra.

Ese era el nombre dado a las criaturas que podían usar magia.

Fundamentalmente, los humanos debían usar un Gundo para hacer magia. Para ser mas precisos, era posible hacer magia sin un Gundo, pero se debía hacer una preparación surrealista previamente. Los Feyra, por otro lado, podían usar magia de una manera innata.

Sus cuerpos habían sido creados con la capacidad de reunir e invocar magia. En el caso del unicornio, su largo cuerno era el “recipiente” donde guardaba la magia.

Lo que quería decir…

“Hey.”

Tohru se giró y fijó sus ojos en la chica.

“¿Qué tal si te compro algo de tiempo?”

“¿Mui?”

“Si te compro algo de tiempo, ¿Serás capaz de usar algo de magia?”

“…Afirmativo.”

Ella asintió.

Los magos no necesitaban disparar necesariamente su magia a distancia. La única razón por la que mantenían su distancia era para no ser atacados…si Tohru pudiera darle a la chica tiempo suficiente para activar su magia, ambos podrían sobrevivir.

“Un Feyra con este tipo de poder…esto definitivamente no sería algo como un paseo,” él dijo, sacando la gran hacha de su espalda

Por supuesto, era una herramienta afilada, aunque se utilizaba para cortar la molesta vegetación del bosque montañoso. No era realmente adecuada para ir de caza o combatir.

Pero no podía tener un caballo en su boca como un reaglo. Él tuvo que usar lo que tenía a mano.

Un hacha—y una habilidad que había dominado.

Soy de acero.”

Tohru murmuró.

“… ¿Mu?”

La chica respondió reflexivamente, pero Tohru no respondió. Él ya estaba en un estado de extrema concentración mental, así que mientras técnicamente escuchaba a la chica, su voz no llegó a su conciencia.

El acero no tiene miedo, el acero no tiene dudas.”

Si bien hubo partes del canto que no pudo recordar de manera consciente, sin embargo, las palabras salieron de su boca. Las había repetido tantas veces que se habían grabado en su ser. Incluso después de tantos años sin usarlas, su capacidad para recitarlas no había disminuido.

¿Esto lo hizo feliz o simplemente lo entristeció más?

Para ser sinceros, el actual Tohru no lo sabía, pero…

Cuando me enfrento a mi enemigo, no vacilo.”

Era una especie de “llave”.

La llave para un arma peligrosa que normalmente no usaba.

Cada vez que recitaba este canto, su cuerpo cambiaba completamente.

Soy un arma para destruir esto.”

Habían personas con habilidades y técnicas de batalla que las habían grabado en si mismos, hasta sus huesos—y se convirtieron en armas humanas.

No era solo un problema de una pierna o un brazo.

Sus cuerpos enteros—todo, desde sus nervios hasta su fisiología—fue redefinido y optimizado para el combate.

Respirar para pelear, vivir para pelear, solo pensar en pelear…un ser así no podía considerarse humano.

Era un arma con formas y características humanas.

Toda su existencia—todo lo que eran—ahora tenía un solo objetivo, una herramienta para un único propósito.

Sin embargo, eso hacía que vivir como un humano normal fuera bastante difícil. Optimizar el cuerpo para el combate significaba eliminar las funciones humanas comunes e innecesarias.

Una herramienta era una herramienta. No quedaba nada parecido a un humano en su interior.

Ser capturado por el enemigo en esta situación podría ser algo peligroso. Después de todo, apelar a la razón, la lealtad o la fe eran cosas que solo un humano podía hacer.

Por lo tanto, la capacidad de volver a este estado humano era necesaria.

Una habilidad para alternar entre humanos y armas.

Un grupo de personas que descubrieron esto pudieron lograrlo—y construyeron un clan para poder pasar la técnica.

Era conocido como—la técnica oculta, “Transformación Sangre de acero.”

“Fuu…”

Todo el cabello en su cuerpo se puso en punta.

Los músculos que estaban dormidos dentro de él despertaron, y sus nervios comenzaron a calentarse en modo de combate. En este momento, Tohru dejó de ser Tohru.

Era ahora una simple espada.

Su respiración, latidos, pensamientos, todo estaba destinado a un propósito: matar al enemigo.

Todas las emociones desparecieron de su rostro.

No, a cualquier espectador podría parecerle que el color de su piel podría haber cambiado.

Como resultado de que todos los vasos sanguíneos se pusieron en marcha, se formó un diseño similar a un tatuaje en su cuerpo. La energía que salía de su cuerpo con gran presión cambiaba la velocidad de la luz que estaba refractando. Su cabello y sus ojos, ambas áreas fácilmente influenciables por la actividad de los vasos sanguíneos, ahora se veían rojos.

La figura de Tohru parecía la de un monstruo con figura humana.

Sin embargo—

Shunerun, Horun, Yarun.

El unicornio había terminado de conjurar su hechizo.

El círculo mágico dibujado por la punta del cuerno del unicornio giraba lentamente y parpadeaba como si estuviera respirando. Como era de esperar de un Feyra, no fue intimidado por algo como un cambio de color o apariencia humana.

“Ven a buscarme, mula,” Tohru dijo mientras preparaba su hacha.

El contorno del caballo oscuro se convirtió en una mancha.

Al siguiente instante–

Thud. Thud. Thud thud. Thudthudthudthudthud!

El unicornio salto a una velocidad tal que dejó una marca.

Su gran cuerpo se ajustó a través de los árboles sin ningún esfuerzo, dibujando un complejo camino mientras se acercaba a Tohru. No importa cuanta potencia de salto tuviera, esta clase de movimientos seria comúnmente imposible, y aún más porque sus piernas se golpeaban en el aire.

Este unicornio estaba definitivamente usando magia.

Mientras su magia estuviera activa, podría usar cualquier cosa como punto de apoyo—incluso el mismo aire. Era un monstruo que podía correr por las paredes y techos de ser necesario, confundiendo los ojos de su presa al atacar. Con cada pata, su cuerpo se aceleraba, alcanzando la máxima velocidad de una flecha en vuelo. Golpearse con esos colmillos afilados o su propio cuerpo significaría una muerte segura.

El unicornio no estaba apuntando a la chica, sino a Tohru.

Ya era obvio por su capacidad para usar magia, pero, los Feyra eran más inteligentes que los animales comunes. Al menos, fue capaz de entender las provocaciones de Tohru. Probablemente había priorizado a Tohru como el enemigo más fuerte, y por lo tanto estaba decidido pelear con él.

“¡Hah!”

Tohru deja salir un fuerte suspiro mientras blande su hacha.

Usando ambas manos como apoyo, alistó el arma, pero esta choco contra el colmillo de la bestia al siguiente instante. Las chispas volaron al encontrarse estos objetos uno con otro.

“….”

Por supuesto, la masa corporal de Tohru no era suficiente para detener la carga del unicornio por lo que el cuerpo oscuro del Feyra chocó con él y ambos cayeron al río—Sin embargo, no había rastro de ira u irritación en su rostro. Su expresión se mantuvo terriblemente tranquila y serena. Estaba analizando internamente la situación que se le había presentado. No tenía tiempo para cosas innecesarias como “emociones”. Aun llamando a la bestia “mula” anteriormente, no era más que una técnica para atraerla.

Los cascos del unicornio no eran filosos.

Por lo tanto, debía usar un ataque de embestida con su cuerpo o un ataque rozando sus colmillos para hacer algún daño.

Y dado que su velocidad era su atributo más distintivo, apuntaría a una muerte de un golpe. Una vez que Tohru supiera que iba a apuntar hacia su garganta, podía bloquearlo sin importar que velocidad tuviera.

Entonces—

“No te dejaré escapar,” Tohru murmuró.

Entrelazó ambas piernas en el cuello del unicornio.

“¡Gyyoooohhh!”

El unicornio bramó.

Para un unicornio, su mayor desventaja era bajo el agua. Su ultra alta velocidad fue suficiente para sobrepasar a todas las presas con las que se había enfrentado. Sin embargo, el movimiento en el agua comparada con el aire—estaba muy limitado. El resultado fue que su velocidad fue reducida a cero.

“¡Ahora no importa que tan rápido seas!”

Además, estaba tan cerca del unicornio que su velocidad no marcaba ninguna diferencia. Colgando boca abajo del cuello del unicornio con ambas piernas, levantó su hacha una vez más.

Estaba apuntando a su mandíbula.

Sin embargo…

Se podía oír el chirrido del metal.

El unicornio mordió el hacha con su mandíbula afilada. Volviendo agresivamente su cabeza, había comido literalmente el ataque de Tohru.

Con esto, la única arma de Tohru quedó inutilizable.

Sin embargo…

“Te tengo,” Tohru dijo con un gesto de confirmación.

Con ambas manos, empujó el hacha hacia la boca del unicornio.

“¡Y ahora no puedes recitar ninguno de tus hechizos!”

El núcleo de la magia del unicornio era definitivamente su cuerno, pero el canto era una parte esencial. Ahora, su mandíbula estaba ocupada reteniendo el hacha de Tohru. En el momento que abriera su boca, la mitad superior sería cortada. Incluso un Feyra moriría inmediatamente si su cerebro se separa de su cuerpo.

Los ojos llenos de sangre del unicornio fulminaron con la mirada a Tohru. Fue, definitivamente, disparar dagas de odio con su mirada—una hazaña completamente imposible para las bestias comunes.

“Ahora se trata de una batalla de desgaste.”

Tohru habló sin ninguna emoción.

El unicornio ya no puede usar magia.

Tohru no podía soltar el hacha.

Era como un concurso de resistencia entre dos espadas cruzadas. Mientras el colmillo y el hacha chocaban, la corriente los llevaba río abajo.

Creo que soy el que está en desventaja aquí, aunque... Tohru pensó como si fuera solo un espectador.

Toda esta actividad había hecho que la herida en la espalda de Tohru se abriera nuevamente. Si permanecía bajo el agua se desangraría o moriría congelado.

No fue necesario decir que, en términos de fuerza física, el gran unicornio aún ileso tenía la ventaja.

Sin embargo…

------ Capítulo 1: Parte 6.

Después de asegurarse de que el seguro del Gundo fue retirado, la chica lo bombeo una vez.

K-chak—una vez se cargó el cartucho, el “tambor de hechizo” del mecanismo de resorte comenzó a girar y emitir un claro crujido.

“Mm…”

Por último, usó su mano derecha para empujar su largo cabello hacia atrás y palpar el tatuaje de una cresta en la parte posterior de su cuello.

Una vez que confirmo con la sensación que la cresta estaba ahí, sacó un cable de conexión de su Gundo y, envolviéndolo alrededor de su cuello como un collar, conectó la cresta del cable a su propio cuello… entones sitió como su conciencia se volvió una con el Gundo.

“…El Destripador,'” murmuró, confirmando el hechizo que iba a usar. Fue uno de los hechizos más sencillos a su disposición. En otras palabras, fue un hechizo útil para la situación.

Con una respiración profunda, comenzó a recitar el hechizo.

…Korukto…Erumu…

El hechizo cobró vida. Un círculo mágico comenzó a tomar forma y una gran cantidad de complejos patrones azules flotaban a su alrededor.

…Naikto…Inte…Nainto…Wamue…

Ella siguió con su canto, eligiendo cuidadosamente sus palabras.

Para usar la magia con mayor eficiencia para largas distancias, era crucial realizar ajustes minuciosos que se apegaran a la situación, teniendo en cuenta todo, desde la temperatura y la humedad hasta las estrellas y líneas luminosas. Era de suma importancia verificar cada una de estas cosas una por una y optimizar los hechizos mágicos en consecuencia, porque dos secuencias de activación separadas para el mismo hechizo podrían cambiar sutilmente según el momento o el lugar.

Wamu…Miruta…Ru…

El círculo mágico blanco azulado giró alrededor de la chica.

Los muchos patrones flotantes se unieron, creando una nueva forma. El círculo mágico parecía complicado y caótica al principio, pero se estaba volviendo más ordenado y unificado con las palabras de la chica.

Eran como un puñado de piezas dispersas que se juntaban formando un todo.

Entonces—

* * *

Inesperadamente, fue el hacha de Tohru la primera en ceder.

“—¡!”

Con un horrible chirrido, el unicornio mordió el borde de la hoja. Después de sacudir la cabeza y escupir las piezas rotas, el Feyra comenzó a recitar otro hechizo.

Con Tohru aún aferrado a su cuello, salía del agua y voló en el aire.

Thudthudthudthudthudthud!

A medida que sus piernas golpeaban el aire. Moviéndose a través de las ramas de todo tipo de árboles, saltó fuera del bosque—luego, sin previo aviso, su cuerpo se retorció hacia atrás—

“…¡!”

—y posteriormente hizo una línea recta hacia el suelo. En la parte superior de la gravedad aumentando la velocidad de su descenso, estaba usando magia de aceleración para moverse incluso más rápido.

Era como si el unicornio estuviera desafiando a Tohru a un juego para ver quién era la gallina.

Si soltaba al unicornio estando en el aire, lo mordería en un instante. Él no tenía alas o magia, por lo que evadir en el aire estaba fuera de discusión. Tampoco tenía algún arma que le permitiera bloquear el ataque. Habría terminado para el en el segundo que lo soltara.

Sin embargo, si seguía aferrado, se estrellaría contra el suelo con el unicornio. Es probable que, si eso sucediera, explotarían en pedazos dispersándose en todas direcciones.

No es bueno.

Tohru y el unicornio estaban cayendo de cabeza.

Una vez vio que su aceleración era un ataque para él, Tohru tomó una decisión. Si el unicornio no intentaba suicidarse también, tendría que disminuir la velocidad en algún punto. Ese sería el momento para dejarlo. Si él salta en la dirección opuesta a la que vaya el unicornio, entonces debería poder conseguir algo de distancia entre ellos, lo que le daría algo de tiempo.

Pero—

“—¡!”

Su pierna resbaló un poco.

Este es mi límite, eh…

Tohru se mordió el labio.

Pensó que podría soportar un poco más, pero el río había cobrado un gran precio. Había estropeado la temperatura de su cuerpo y el flujo de sangre por lo que había perdido más energía de la que esperaba. La mejora de su cuerpo por la “Transformación Sangre de Acero” no recuperó su resistencia, de hecho, la consumió mas rápido.

Sintiéndose como si se estuviera soltando, aunque sin fuerzas para re sujetarse, Tohru se separó del unicornio y se dirigió al cielo.

El unicornio pareció ver su oportunidad y, pateando el aire vacío, se desaceleró y giró.

Desarmado e incapaz de usar magia, Tohru no tenía forma de defenderse del siguiente ataque.

En ese momento—

“…Ahora.”

Repentinamente.

“Ven, ‘El Destripador!'”

La chica gritó.

Y en el siguiente instante—

—¡!

Literalmente fue únicamente un instante.

Pero…en su estado actual transformado, Tohru pudo ver todo con detalle.

El círculo mágico se mezcló en el aire y se enroscó alrededor del unicornio muchas veces. A medida que giraba, instantáneamente terminó en un punto específico y desapareció dentro del unicornio.

Entonces.

“¿¡Gyoahhhhhh!?”

Un rugido de angustia retumbó por el bosque.

Como si una hoja filosa invisible lo hubiera cortado, el cuerpo del unicornio se partió en dos, y amabs secciones fueron despedazadas.

Sangre fresca cayendo como lluvia.

La explosión del Feyra no cayó directamente al suelo; más bien, los pedazos restantes golpearon los troncos aledaños, haciendo que grandes cantidades de sangre salpicaran al escurrirse.

“….¡!”

Reuniendo toda su fuerza restante, Tohru extendió su brazo. Intentó agarrarse de una de las muchas ramas en el área, pero se quebró, así que lo intento nuevamente enchanchando sus dedos alrededor de una. Esto frenó la velocidad de su caída, y justo antes de caer al suelo, sujetó una rama particularmente gruesa.

“…”

Jadeando con fuerza, Tohru comprobó la distancia hacia el suelo—y saltó.

Su cuerpo hizo un ruido sordo al golpear el suelo húmedo. Miró al Feyra haciendo bizco solo para estar seguro, pero por supuesto, ya no se movía.

Estaba muerto.

El Feyra—había sido asesinado.

“Supongo que…lo logramos.”

Tohru murmuró.

Mi combate ha terminado.

Mientras cantaba las palabras clave, comenzó a cambiar.

Yo soy…

Su conciencia, al igual que sus cinco sentidos, comenzaron a volver a la normalidad—Su cuerpo que se había endurecido hasta volverse acero, estaba volviendo a parecer un hombre una vez más. Un sentimiento parecido al entumecimiento se extendía por su cuerpo.

A decir verdad, no estaba realmente emocionado de haber sobrevivido, ni eufórico por“ganar” el combate.

Pero…

“…”

¿Qué era esto?

Una extraña sensación de haber logrado algo se manifestó en su interior. Cuando un nuevo aspecto desconocido sobre sí mismo comenzó a abrirse paso…la chica lo llamó desde el otro laco del río.

“¿Dolor?”

“…Si.”

Gimiendo por el gran agotamiento, Tohru se arrastró a través del río hacia la chica. Mientras desarmaba su arma, habló en un tono ligeramente tembloroso.

“Aterrador.”

“¿Qué es?”

“Fuerza.”

La chica señaló con su dedo la punta de la nariz de Tohru.

“…Ah…”

Dejó escapar un suspiro.

No era algo que sintiera que debía mantener en secreto para esta chica.

“Bueno, yo era un saboteador originalmente.”

“Saboteadores” eran una clase de guerreros especialmente sobresalientes en combate.

En comparación con los caballeros que respetaban la formalidad y la etiqueta, estaban a cargo de toda clase de trabajo sucios en los campos de batalla, como asesinatos, sabotajes o reconocimientos. En lugar de jurar lealtad a una sola nación, eran contratados por una gran cantidad de naciones, como los mercenarios. Era más conveniente para el gobernador contratar personas que pudieran eliminar en cualquier momento de ser necesario. Estas personas se llamaban saboteadores y usaban su talento para ganarse la vida.

Pero…

“Mi propósito desapareció junto al campo de batalla,” Tohru diciéndolo en un tono auto crítico.

Si.

Los saboteadores solo eran útiles en el combate. Ahora, en este mundo de paz, los poderosos e influyentes solo veían su talento como una molestia ya que propiciaban las revueltas y revoluciones.

Como resultado…los saboteadores fueron aplastados por decreto real, incluida la aldea de Acura, donde Tohru y el resto de su clan crecieron.

Tohru y los demás debieron haber sido sacrificados; sin embargo, el pueblo saboteador de Acura consiguió información que les permitió escapar a tiempo. Probablemente aún seguían huyendo.

Desde el momento en el que nacieron, habían sido citados para ser saboteadores.

Ser un saboteador significaba dejar todo de lado con el propósito de luchar.

Pero—a Tohru le habían arrebatado eso antes de ir a su primera batalla.

Ya no habían campos de batalla en el continente, y nadie quería saboteadores de Acura. Una pequeña fracción de saboteadores eran empleados por nobles, pero los demás no tenían más opción que dejar su vida de saboteador.

Ellos habían nacido para pelear.

Fueron criados para pelear.

Murieron por la pelea.

Ese era el camino de los Acura, y también su orgullo.

La gente de Acura solo pudo asociarse al mundo por el combate.

Aparte de combatir, Tohru no conocía nada más. Nunca había aprendido algo diferente.

Y así, ahora–

“Tú, útil”

Al escuchar la voz de la chica, Tohru volvió en sí.

“…¿Ah?”

“A salvo. Porque, Tú, Aquí.”

La chica se cruzó de brazos, hablando claramente. Parecía que ella intentaba animarlo

No fue un alago o un acto de cortesía común; él podía notar que ella lo decía en serio. Ella podría estar intentando engañarlo, si, pero no parecía esa clase de persona.

“…Bueno, este tipo de cosas no sucede a menudo.”

“Totalmente de acuerdo.”

La chica sonrió.

Entonces…

“Tú, reasignado.”

“¿Ah?”

“Tú, guía.”

“…Ah.”

Ahora que ella lo menciona, él le había ofrecido eso.

“Encantada de conocer…um…”

La niña inclinó la cabeza.

“…Tohru.”

Se dio cuenta de que le había pedido su nombre completo y continuó.

“Tohru Acura. ¿Y tú eres?”

“Chaika Ga…”

Ella empezó a decir, y luego negó con su cabeza.

“Er…Chaika Trabant.”

El saboteador, Tohru Acura.

La maga, Chaika Trabant.

Ambos juntados por el destino—por supuesto, en este momento, no tenían una idea de lo que les depararía el destino.


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