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  • Foto del escritorYhit

Zero no Tsukaima volumen 22 - Capitulo 5.

Parte 1:


Después de escuchar la explicación de Saito, el grupo de Guiche decidió esperar primero la decisión de Henrietta.

Esta era una decisión obvia, ya que los “The Knight Corps of the Water Spirits” eran los guardias imperiales directamente bajo el mando de Henrietta. Henrietta originalmente se opuso a ir a la guerra contra los Elfos. Probablemente, ella también estaría en contra de apoyar a esta nueva “Guerra Santa”. Sin embargo, esto no solo afectaba a Tristian, sino que este era un evento relacionado con el futuro de Halkeginia. Considerando la actual situación política, no había manera de predecir la decisión que tomaría Henrietta en este momento.

Después de que todo el mundo abandonara el cuarto, Saito comenzó a preocuparse por Derflinger quien yacía en la cama. Pero todavía no había señales de que el ruidoso compañero de Saito recuperara la consciencia.

“Derf, hay demasiadas cosas que quiero preguntarte…”.

Durante el silencioso comentario de Saito… Alguien golpeó la puerta.

“Saito, la cena esta lista. ¿Es un buen momento para comer?”.

Siesta entró a la habitación mientras cargaba una bandeja. La cena consistía en una pieza de pan recién horneado y estofado del cual el olor impregnó la habitación.

“Gracias, Siesta. Luce delicioso”.

El olor hizo que el estómago de Saito gruñera. Parece que su apetito se había recuperado después de un pequeño descanso.

“La cena es estofado de venado acompañado con una pieza de pan horneado. Este buque es realmente asombroso. Después de que Mr.Colbert remodelara la cocina, incluso una plebeya como yo puede usar fácilmente el fuego”.

Siesta colocó la bandeja sobre la mesa junto a la cama. No sólo había pan y estofado dentro de la bandeja. También había algo de queso, huevos hervidos con sus cáscaras peladas y rodajas de manzanas.

“!Gracias por la comida!”.

Saito juntó sus manos y luego trató de levantarse de la cama pero Siesta se acercó y lo detuvo.

“Ah, esta bien si no te levantas de la cama. Déjame alimentarte".

“¿Qué?”.

Siesta metió presión a Saito para que volviera a la cama junto con una sonrisa y una pequeña risita.

“N-No hace falta, estoy bien”.

“No, ¿Qué pasaría si te desmayaras de nuevo?”.

Diciendo esto, Siesta levantó su dedo y lo presionó lentamente contra la boca de Saito. Saito dijo “Ah…”, y luego obedientemente cerró su boca. Él sabía que Siesta podía ser particularmente terca en este tipo de momento, por lo que la resistencia era inútil. Siesta partió el pan con la fuerza de sus dedos y lo sumergió en el estofado caliente. Los nobles como Louise muy difícilmente comían comidas de clase tan baja, pero Saito a menudo disfrutaba este tipo de pan hecho por el viejo Marteau.

Luego Siesta llevó una pieza del pan hacia los labios de Saito.

“Vamos Saito, abre tu boca”. Ella se sonrojó un poco mientras lo decía.

“Esto… es mucho más embarazoso de lo que pensaba”.

“Seh…”.

Saito, con su pulso descontrolado, abrió su boca y comió el pan.

“¡Oye! ¡Ese es mi dedo, Saito!”.

“¡Lo-Lo siento!”.

“Ah, no pasa nada, Saito. Solo me sobresalté un poco”.

Se pudo ver a Siesta entrelazar sus dedos felizmente mientras decía eso.

“¿… Como está?”.

“!Mm, esta muy delicioso!”.

Saito respondió francamente lo que pensaba. Aunque no sabía mucho sobre cocina, el caldo de la sopa estaba bien preparado y sabía absolutamente delicioso.

“Este estofado fue preparado con el vino de la señorita Vallière”.

“Oh, ¿No le pediste permiso? ¿Ella no se enojará…?”.

“No te preocupes. Ya diluí el vino de la botella con agua”.

“Eso quedará demasiado obvio…”.

Saito habló estupefacto hacia el rostro despreocupado de Siesta.

“¿Quieres un poco de vino caliente? Esto calentar tu cuerpo”.

“Bueno, si es sólo un poco…”.

Para ser honesto, Saito estaba preocupado sobre la Tierra y no estaba de humor para beber vino. Pero también se sentiría mal rechazando las buenas intenciones de Siesta. Después de servir el vino en un vaso, Siesta se lo dio a Saito.

Después de recibir el vaso, Saito se sintió mareado y causó que algo del vino se derrame sobre él.

“Ups… lo siento”.

“¡Oh, esta bien Saito! Lo limpiare de inmediato”.

Siesta tomó rápidamente un trapo y comenzó a limpiar el vino que se derramó en el pecho de Saito.

“¡¿Siesta?!”.

Esto causó que Saito levantara su tono de voz. Siesta presionó su pecho contra el brazo de Saito mientras inclinaba la parte de su cuerpo hacia adelante.

“¡Wo-woah…”.

A diferencia de los dumplings de Louise, había un fuerte sonido de “Squish~” sintiéndose. Aunque no era tan bueno como los grandes melones de Tiffania, el pecho de Siesta también era destructivo. Los pechos mágicos de Tiffania también eran asombrosos. Sin embargo, para un japonés como Saito, era verdad lo que se decía cuando entras al territorio de la fantasía: [Ser demasiado devoto, tal vez incluso un poco surrealista].

En contraste, Siesta tenía el pelo negro, y era aproximadamente un octavo de descendencia japonesa. Se sentía como un tipo de compañera de clase, un sentimiento irresistible… como decía el dicho, el sentido de la realidad era mucho más fuerte.

Y lo qué era aún peor es que, como una plebeya, Siesta no llevaba nada de ropa interior. Ninguna de las chicas plebeyas de este mundo usaba ropa interior.

Al ver esto, sangre brotó repentinamente de su nariz.

“Oh, esto no está bien. Saito, por favor quítate la ropa”.

(NT: ( ͡° ͜ʖ ͡°) /NE:Ahora si vine lo riko ).

“E-Esta bien, no es un problema”.

“¡No está bien!. ¡¿Qué harás si te resfrias?! ¡Vamos!”.

El pecho de Siesta se apretó contra el de Saito, y sonó un “Squish~”.

“Oh, woah…”.

Saito movilizó toda su fuerza de voluntad y aguantó la onda de ataque de Siesta. Ahora mismo, Louise estaba tratando de persuadir al Papa por su cuenta. Con eso en mente, Saito sintió pena por Louise. Intentando calmarse, Saito meditó “estado de mente calmada, estado de mente calmada”, en su mente… ¿Oh, su estado de ánimo logró calmarse*?.

(NT: Este es un mantra Taoism para alejar el mal).

“¿Oh, Siesta?”.

“¿Q-Qué es esto?”.

Squish~

“Creo que esto es un poco inapropiado…”.

Escuchando a Saito decir esto, “Ahhhh", Siesta suspiro por un largo tiempo.

“Lo entiendo. Después de todo, Saito ya tiene a Louise”.

“…Mm”.

“Uhhh, ¿Entonces es inútil? ¿A pesar de que intente llegar a gustarte tanto?”.

“Lo siento”.

“Esta bien. Después de todo me gusta esta clase de Saito”.

La aparentemente frustrada Siesta hizo pucheros y se sentó a lado de Saito. Luego ella apoyó su cabeza en el hombro de Saito.

“¿… Siesta?”.

“Realmente, también estoy molesta”. Dijo Siesta.

“A este ritmo, la guerra estallará con el mundo del que tú, Saito… y mi bisabuelo vinieron ¿verdad? ¿Quieren repetir lo que pasó hace un año?”.

Siesta, con una voz temblorosa, miró a Saito con inquietud. Esto asustó a Saito.

Durante la invasión del ejército de Albión hace un año, la ciudad natal de Siesta, Tarbes, fue destruida por un incendio.

“Tranquilízate, eso no va a pasar. Louise y yo definitivamente encontraremos una solución”.

“Saito…”.

Siesta asintió con su cabeza. No sólo era para detener las ambiciones del Papa, sino también para salvar a la Tierra y Halkeginia al mismo tiempo… Saito sostuvo los hombros temblorosos de Siesta, intentando tranquilizarla mientras fortalecía su determinación. Estuvieron así por un tiempo… Saito no sabía si Siesta bebió el vino, pero se deslizó suavemente para dormir con la cabeza apoyada en su pecho. Siesta era una experta a la hora de dormir. Una vez que ella se dormía, le tomaba por lo menos una hora despertarse. No había nada que pudiera hacer… con una sonrisa irónica, Saito dejó que Siesta se acostara en su cama.

Si dejará que Louise viera esto, podría causar un malentendido…

“¿Porqué Louise no ha vuelto aún…?”.

Una leve ansiedad apareció en el corazón de Saito. En este momento, Louise debería de estar abordando la nave Romaliana y persuadiendo al Papa. Quizás ella perdió la cabeza y atacó al Papa con “Explosión” y fue arrestada en el momento. Después de todo, Louise generalmente era el modelo de noble, mucha gente opinaba esto. Sin embargo, una vez que sus emociones explotaban, no importa si el oponente es la Reina o el Papa, ella trataría a todos como iguales.

“¿Realmente debí dejarla ir sola?”.

El temeroso Saito miró por la ventana de la cabina hacia el lugar donde estaba reunida la flota Romaliana. En ese momento, Saito frunció el ceño. Un enorme y negro objeto apareció en el mar. Una magia de luz parecida a un reflector fue proyectada desde las naves circundantes.

“¿… Qué es eso?”.

Junto con una mala premonición emergiendo de su corazón, Saito se acercó a la portilla. De un vistazo, cuatro naves Romalianas flotaban en el aire intentando levantar el enorme objeto lleno de bultos con una gran cantidad de dispositivos parecidos a cadenas. Todo el cuerpo era un arco circular, con un perfil cilíndrico que tenía una longitud de 100 metros. “¡Oh, N-No puede ser…!”.

Al descubrir lo que era el objeto llenos de bultos, la cara de Saito se tornó azul. Este era el submarino nuclear que debería haber estado durmiendo en la “Tierra Santa".

“… ¡¿En qué están pensando esos bastardos?!”.

Saito agarró a Derflinger en el borde de la cama e inmediatamente salió de su habitación. No tenía la fuerza física para levantarse, apenas podía mover su cuerpo, así que confió en la fuerza de “Gandálfr”. Llegando a la cubierta del “Ostland", el cuerpo de Saito emergió desde el costado de la nave.

Él vio como enorme bulto cilíndrico era extraído lentamente del mar por las numerosas cadenas atadas.

“Ellos quieren tirar del submarino hasta la superficie del mar”.

Esto provocó que Saito comenzará a sudar fríamente. ¿Porqué el ejército Romaliano estaba intentando rescatar el submarino nuclear que se había hundido en la Tierra Santa?.

En ese momento, el submarino, que estaba siendo rescatado del fondo del mar, estaba siendo constantemente rodeado por pequeñas explosiones mientras colgaba en el aire. Saito vio a los Caballeros Templarios de Romalia alineados en la cubierta de sus barcos lanzando flechas mágicas hacia el submarino.

“¡Por favor, que creen que están haciendo…?”.

La cara azulada de Saito no pudo evitar gritar. Aunque no era fácil dañar al submarino nuclear, era cuestión de tiempo si seguían así.

“¡Ellos básicamente no saben que cosa tan terrible es eso!”.

Según Derflinger, el submarino nuclear había dejado completamente de funcionar, y aparentemente no había peligro de fugas de radiación. Pero al final ese era el aspecto de su poder. En cuanto a las cosas dentro de la nave… las “Armas” que tenía demasiado miedo de nombrar todavía eran utilizables.

“Debo detenerlos…”.

Saito, con una expresión llena de ansiedad, agarró la barandilla. El “Ostland” estaba muy lejos de la flota Romaliana, y colgando del cielo estaba el submarino militar.

“¿Qué sucede?”.

En ese momento, una voz llamó a Saito desde atrás. Volteándose, vio que era Tabitha con un libro debajo de su brazo.

“¡Tabitha!”.

Saito agarró los hombros de Tabitha como si ella fuera un salvavidas. Tabitha abrió sus ojos con sorpresa y se ruborizó.

“… ¿Qué sucede?”.

“Puedes usar magia para enviarme a la nave Romaliana?”.

“¿Qué?”.

“Eso es una bomba de mi mundo, si no los detengo, las cosas se pondrán serias”.

Tabitha observó la flota Romaliana, y se puso a pensar… luego ladeó su cabeza.

“No. Si tú abordas la nave Romaliana sin permiso, podría volverse un problema diplomático. Tú y yo seremos arrestados”.

“Oh, estas en lo correcto… ¡No, este no es el momento para preocuparse por eso!”. Saito gritó desesperadamente.

Aunque no conocía las estructuras de las armas nucleares, estaba seguro de que fácilmente no explotaría si se destruye su exterior. Sin embargo, las áreas alrededor serían expuestas a radiación.

“… Lo se”.

Posiblemente sintiendo la ansiedad de Saito… Tabitha asintió con su cabeza y silbó hacia el mar. No mucho tiempo después llegó el sonido de un zumbido. Sylphid, con las alas extendidas, aterrizó en la cubierta del barco.

“Big Sis*, ¿Qué ocurre? Chirp”.

(NT: Gran hermana, hermana mayor).

“Montarte”.

Tabitha se sentó en la espalda de Syphid y Saito la abrazó por la cintura.

“Chirp, chirp. ¡Una cita tardía nocturna! Big Sis así se hace!”.

Sin saber que estaba equivocada, Sylphid lloró de felicidad.

“Ah, Sylphid está profundamente conmovida. Big Sis está finalmente planeando dejar huevos, así que no tiene que preocuparse más por la criada en celo y la chica de pelo color melocotón tabla de planchar, Chirp”.

“…”.

Tabitha golpeó el cabeza a Sylphid con su vara.

“¡¿Qué estas haciendo?! Sería bueno que Big Sis fuera honesta consigo misma”.

¡Thump!

La Tabitha con cara roja continuó golpeando a Sylphid. Sin embargo, la cabeza de los rhyme dragon’s estaban protegidas por escamas duras y Sylphid no se sentía herida en absoluto.

“Apúrate y acércate a esa nave”.

Luego Tabitha apuntó con su vara al barco que flotaba en el aire.

“¡Pieza de pastel, Chirp!”.

Sylphid salió de la cubierta y recorrió 200 pasos en el aire en un segundo. Incluso la magia “Fly" no era tan rápida.

Después de cortar por el viento mientras seguían ascendiendo, llegaron a la nave Romaliana que flotaba en el aire.

“¡Es un Dragon de viento!”. “¡¿Qué esta haciendo aquí?”.

Todos los Caballeros Templarios de Romalia formaron una línea en la cubierta frente al Dragón de viento que apareció repentinamente en lo alto del cielo y se desató un disturbio. En ese momento, un caballero templario salió de la caótica formación. El era un hombre alto y delgado con un pelo color negro separado por la mitad, podría llamársele un bishounen*, por su aspecto.

(NT: Hombre bello)

“Este hombre…”.

Saito recordó a esa persona pretenciosa. Probablemente… aunque Saito había olvidado su nombre, él era el tipo que había planteado una disputa con Saito y los demás antes, en la ciudad Romaliana.

“Yo soy el capitán de los Caballeros Templarios de la orden de Alieste, Carlos Christiano Trompontino. Quiero hacerle una pregunta a ustedes dos, ¡¿quién les dio permiso para volar libremente sobre la Santa flota Romaliana?!”.

Carlos apuntó con su santa varita a Saito y Tabitha, furioso.

“Espera, yo soy Saito… Caballero de la Reina de Tristian, Hiraga Saito”.

“¿Qué? Tú eres el aprendiz de caballero Hiraga… ¡Ese héroe plebeyo!”.

Al escuchar el nombre de Saito, Carlos se rió con desprecio.

“Plebeyo de Tristian, ¡¿Qué estas haciendo aquí?!”.

“¡Debes dejar de lanzar magia para atacar ese trozo de chatarra, ahora mismo! ¡De lo contrario, se producirán consecuencias graves!”.

“¿Qué estás diciendo?”.

Carlos, encogiendo sus hombros, se volteó a mirar a los subordinados detrás de él.

“¿Qué acaba de decir, lo escuchaste?”.

“El sonido del viento es muy fuerte, no puedo escuchar con claridad”.

La respuesta del caballero hizo que Carlos sonriera, luego levantó su santa varita como un bastón, dando órdenes a sus subordinados.

“¡Todos los devotos creyentes de Dios y el Fundador Brimir, derríbenlos!”.

“¿Qué…?”.

Los caballeros templarios comenzaron a recitar hechizos.

“Sylphid, da vueltas alrededor, evítalos”.

Tabitha dijo ansiosamente, era raro que su voz se escuchara así.

“¡Por favor, no seas dura con el Dragón, bien, Chirp!”.

Desde las puntas de las filas con varitas alineadas al frente, se lanzaron numerosas flechas de luz.

“¡Woah!”.

Sylphid rápidamente cambio el ángulo de giro y casi tiró a Saito.

“Agárrate con fuerza”.

Escuchando la advertencia de Tabitha, Saito se acercó y abrazó la cintura de Tabitha. En ese momento, las orejas de Tabitha gradualmente se volvieron rojas.

“¡Big Sis es realmente energética, Chirp!”.

Thump, Thump.

“¡Big Sis se está ruborizando, Chirp, es realmente linda!”.

La ordenada fila de caballeros templarios disparó continuamente flechas mágicas a Tabitha y Saito. Sin embargo, Tabitha mantuvo la calma como siempre, levantó su enorme báculo que era tan grande como ella y rápidamente recitó un hechizo, completando la magia.

“Windy Icicle*”.

(NT: Ventoso témpano).

Este era el hechizo de agua y viento en el que sobresalía Tabitha. El poder era comparable al hechizo de cuarta clase “Frostbold", y derribó las flechas mágicas de los templarios, una tras otra.

“¡¿Q-Qué?!”.

“¡No la subestimes, esa maga es muy poderosa!”.

“¡El dragón de viento, apuntar al dragón de viento funcionará!”.

Observando la poderosa magia de Tabitha, los Caballeros templarios comenzaron a entrar en pánico.

“La persuasión es inútil, no hay otra manera…”.

Con un suspiro, Saito agarró la empuñadura de Derflinger y la runa en su mano izquierda brillo.

“Tabitha, déjame en medio de ellos”.

“Recibido”.

Tabitha asintió con la cabeza. Sylphid giró sobre las cabezas de los Caballeros Templarios, luego se lanzó hacia la cubierta de la nave. Al mismo tiempo, Saito saltó hábilmente en el aire con Derflinger en su mano. Carlos apretó sus dientes con la cara enrojecida por la ira. “¡Captúrenlo! ¡Esta es una invasión a Romalia, no importa si lo matan!”.

La santa vara en la mano de Carlos produjo una espada de llamas que tenía aproximadamente dos metros de largo. Este era el sistema de fuego mágico “Blade", acto seguido una llama ardiente pasó cerca de la nariz de Saito.

“¡Basta, es suficiente, escucha lo que estoy diciendo!”.

Saito, que continuó moviéndose mientras evitaba la “Blade", clavó la empuñadura de Derflinger en la tripa del asustado Carlos.

“¡Capitán!”.

Al ver a su comandante capturado, los Caballeros Templarios entraron en caos. Saito rápidamente cargó hacia su formación y derribó a los caballeros estupefactos uno tras otro.

“¡Rodéenlo! ¡Rodéenlo y matenlo!”.

Alguien gritó esa orden. Numerosas flechas mágicas se lanzaron desde las puntas de las varitas en las manos de los templarios. Saito bloqueó todas las flechas con Derflinger. Incluso si Derflinger estaba dormido seguía absorbiendo magia.

“¡Qué!”.

Los caballeros templarios que presenciaron el poder de “Gandálfr” no pudieron evitar sentirse aterrados.

“… Realmente eres un tipo terco”.

El jadeante Saito miró a los Caballeros Templarios que lo rodeaban. Si este fuera el Saito normal, no estaría jadeando hasta este punto. Pero como era de esperarse, bajo la influencia de las runas de “Lífþrasir", el consumo de fuerza física fue demasiado.

“Oye, escúchame. ¡Eso es algo que absolutamente no puedes tocar!”.

“¡Cállate, intruso!”.

Aunque Saito gritara, los Caballeros Templarios todavía tenían los oídos sordos. Apuntando para detener a Saito, las varitas mágicas alineadas emitieron luces rojas y azules.

“Oh…”.

Saito no tuvo otra opción que agarrar a Derflinger con ambas manos y esperar lo mejor. En ese momento… un sonido de zumbido vino. Mirando hacia arriba, Saito descubrió a un gran Dragón de viento que volaba sobre su cabeza, pero no era Sylphid.

“Bien, bien, todo el mundo espere un momento y escuchen lo que está diciendo”.

El joven sacerdote montado en la espalda de Azuro dijo con voz alegre.

“Mi lord César…”.

Alguien dijo eso. Los caballeros templarios inmediatamente levantaron sus varitas y saludaron al sacerdote.

“Julio, tu…”.

Saito miró a Julio quien aterrizaba en la cubierta. En cualquier caso, incluso si era un detestable oponente, él escucharía lo que dijera una persona. Era al menos un poco mejor que este grupo de caballeros templarios.

“Saito, ¿Por qué estas causando alboroto en nuestro barco?”.

“Dime tú, ¿Qué crees que estas haciendo al levantar este tipo de cosas?”.

“¿Necesitas preguntar? ¿No es clara la respuesta? Esta “Arma” es un regalo enviado por el Fundador Brimir, y estaremos agradecidos de usarlo”.

“¿Dijiste usar?”.

“Por supuesto. Si queremos luchar contra los Varyag, requerimos de armas poderosas. No estamos dispuestos a usar las armas de los enemigos… pero somos realistas y nunca podemos dejar de lado algo que se pueda usar”.

“¿Sabes los que es eso realmente? Eso es…”.

Una bomba extremadamente aterradora… Saito no terminó la oración. Sería malo dejar a los Romalianos saber de esto.

“Oh, no te preocupes. No explotará si destruyes solamente la capa exterior con magia. Necesitas más poder para utilizar esta cosa, ¿verdad?”.

“Qué…”.

Al escuchar las palabras de Julio, Saito no puedo evitar jadear en sorpresa.

"No me digas que sabes que tiene “Esta cosa” dentro…"

“Por supuesto que lo sé”.

Diciendo esto, Julio señaló al frente.

“Mjöðvitnir es la “Mente de Dios”. Aunque no pueda usar libremente las armas de la “Tierra Santa” como tú, yo puedo entender la estructura teórica. Esto es lo que me contó el conocimiento de Mjöðvitnir. Increíblemente, el poder del Vacío duerme dentro de este objeto cilíndrico… Por lo menos la naturaleza del Vacío. El poder destructivo puede ser incluso más terrible que la “Joya de Fuego” del Rey Gaulia”.

“¡No me digas que el Papa va a utilizarlo contra la Tierra!”.

Saito no pudo evitar gritar. Como él conocía sus verdaderas intenciones, y también el hecho de que se molestaron de sacarlo del fondo del mar, ¿Esto no lo confirmaba?.

Pero Julio sacudió la cabeza con pesar.

“No, justo acabo de decir que la estructura de este “Arma” es muy compleja. Desafortunadamente, el conocimiento que poseemos es insuficiente para detonarla”.

Julio dijo en tono semi-bromeando .

“Sin embargo, Saito… quizás puedas usarlo fácilmente con el poder de Gandálfr”.

“Este bastardo…”.

Esto asustó a Saito. Anteriormente, cuando estaba en el “Dragon's Nest" y tocó el submarino, las runas en su mano izquierda brillaron. Luego, el cómo manipular ese “arma” fluyo en su mente. Aunque no fue suficiente para lanzar el misil balístico, al resolver el problema del equipo de seguridad, no era imposible hacerlo detonar.

“¿Puedes hacerlo, Gandálfr?”.

Julio miró fijamente a Saito.

“¿Qué te parece Saito? Si es conveniente, ¿puedes enseñarnos cómo utilizarlo?”.

“¡No bromees! ¡Una vez que utilices esa arma, estaremos condenados! ¡Es inimaginable! ¡¿Viste el poder destructivo de esa Joya de Fuego, verdad?! No quedará nada”.

“Bueno, eso es verdad. Sin embargo, no tiene sentido si no hacemos esto. Esta Guerra Santa no es un juego, sino una guerra en la que estamos apostando nuestra existencia”. Julio dijo con una expresión seria. Su habitual expresión despreocupada había desaparecido sin dejar rastro, podría decirse que su expresión de ahora era ansiosa. Sosteniendo firmemente la empuñadura de Derflinger, Saito sintió la desesperación de Julio. Después de todo, esto podría estar relacionado con la supervivencia del mundo… pero él tampoco podía relajarse.

Puede ser que ellos no sabían como funcionaba ahora, pero eso significaría que lo resolverían algún día, y Saito absolutamente no podía permitir que usarán esto contra la Tierra.

“Julio, no digo tonterías. Deja que esa cosa se hunda en el fondo del océano”.

“¿Y si me niego?”.

“Bueno… incluso si es difícil, voy a detenerte”.

Saito señaló con la punta de Derflinger a Julio.

“Parece que la persuasión es ineficaz, hermano”.

De mala gana, Julio sacó el delgado sable colgado en su cintura. Al mismo tiempo, los Caballeros Templarios se pusieron detrás de Julio y levantaron sus varitas mágicas una tras otra.

“No interfieran chicos, esta es una pelea entre hombres”.

“Tabitha, esta bien, no necesitas ayudarme”.

Saito le dijo eso a Tabitha quien estaba volando sobre su cabeza. Una tormenta de hielo feroz colgaba a lado de Tabitha, y estaba lista para lanzar su poderoso hechizo de cuarto grado sobre Julio y los Caballeros Templarios.

Saito no quería involucrar a Tabitha en esto.

“Monta a Azuro, Julio. No puedes vencer a Gandálfr cuando esta sosteniendo una espada”. “¿Qué estas diciendo? ¿No estás demasiado débil ahora?”.

Saito fue silenciado por las palabras de Julio. La visión de Saito estaba definitivamente borrosa, los músculos de todo su cuerpo protestaban. Si Derflinger cayera al suelo, él perdería el poder de Gandálfr y colapsaría en el suelo.

“Pero aún así te vencere”.

Tan pronto como esas palabras salieron de su boca, Saito inmediatamente cargó con su espada como un vendaval, Julio reaccionó rápidamente, con una velocidad totalmente diferente a la de un sacerdote, bloqueó la espada de Saito. Sin embargo, su juicio fue erróneo. Bajo el poderoso balanceo de Gandálfr, el sable delgado fácilmente se partió en dos. Después de todo, aunque en la espada en la mano de Saito no estuviera grabada el nombre de su creador, esta era una verdadera espada dada por Brimir, que también tenía la magia “Harden” y “Stabilize".

(NT: Endurecer y estabilizar).

Una victoria instantánea.

Saito apuntó la garganta de Julio con la punta de Derflinger.

“Eso fue impresionante, Gandálfr”.

“Devuelve eso al mar, ahora mismo”.

“Perdón, no puedo hacer eso”.

De repente un sonido de “Bang” se escuchó. Instantáneamente, Saito sintió un dolor ardiente en su rodilla.

“…Qué…”.

Con esto Saito no pudo evitar soltar a Derflinger. Toda la fuerza en su cuerpo desapareció, y Saito cayó al suelo.

“Eres muy descuidado Saito. No creas que sólo Gandálfr sabe utilizar las armas de los Varyag”.

Algo en la palma de Julio brilló. Era una pistola.

“Bastardo, usar un arma es jugar sucio…”.

Saito, quién había caído en el suelo, miró furiosamente a Julio.

“Bajo estas circunstancias, todavía estas diciendo eso. Incluso no sabemos cuanto tiempo nos hemos ensuciado las manos y cuantas cosas hemos sacrificado. Para recuperar la Tierra Santa, nosotros incluso formamos una alianza con los Elfos y usamos las armas de los enemigos. Esto no tiene que ver con jugar sucio, esto es una lucha por sobrevivir”. “Oh…”.

Cuando Saito intentó alcanzar a Derflinger que estaba cerca suyo, Julio inmediatamente le dio una patada a Derflinger mandándolo a un lado de la cubierta.

En ese momento, un “Ice Javalin" apunto directamente a Julio.

Tabitha, ardiendo de ira, lanzó “Windy Icicle”.

“¡Oops!”.

Julio rápidamente saltó para esquivar.

“¡Tabitha!”.

Saito gritó. Tabitha cantó el hechizo “Blade" y saltó a la cubierta desde la espalda de Sylphid. Al ver a Saito herido, la Tabitha generalmente tranquila, perdió su razón y comenzó a enfadarse.

“¡…!”.

“¡No te muevas, no quiero herirte, Nee-sama!”.

Esto detuvo a Tabitha. Cuando ella llegó… la persona que apareció detrás de Tabitha era su gemela idéntica Josette. Tabitha no pudo evitar estremecerse. No debería de ser posible, sin importar qué tan fuerte fueran los magos, deslizarse detrás de ella quien alguna vez fue caballero de Parterre sin que lo notará. Sin mencionar que Josette no tenía ningún entrenamiento, y sólo era una monja común… En este punto, Tabitha recordó lo que Castel Mall, quien había servido a su padre, había dicho.

Dijo que su tío, el Rey Joseph, el titular del “Vacío”, podía usar maravillosa magia de movimiento instantáneo.

“Por favor, guarda tu varita. Si lastimas a Julio, no te voy a perdonar, Nee-sama".

Josette hablo con un sentimiento opresivo. Si Tabitha hiciera un movimiento imprudente, ella no dudaría en lanzar “Vacío”.

“…”.

Tabitha dejó caer la vara de su mano. La parte calmada de su cerebro juzgó que una acción imprudente no llevaría al rescate de Saito.

“Me salvaste, Josette" .

Julio sonrió y miró a Saito quien estaba tirado en la cubierta.

“Saito, para ser honesto, esperaba que cooperaras con nosotros”.

“¡Ya quisieras, bastardo!”.

El enojado Saito apretó sus dientes.

“Pero ya eres una persona de este mundo, ¿no? Tú no eres sólo el héroe de Tristian, sino que también tienes muchos amigos aparte de la persona que amas… a pesar de que Halkeginia se enfrenta al borde de la destrucción, ¿Aún crees que tu hogar nativo es más importante?”.

“…”.

De hecho, salvar la Tierra significaría abandonar Halkeginia para que valga por si misma. En el caso de un levantamiento de las Piedras de Viento, el espacio vital se dividirá a la mitad. Esto significaba que muchas personas serían sacrificadas. Incluso entre ellas podría haber gente que conocía.

“Sin embargo, incluso así… sigo siendo una persona de la Tierra…”.

Su madre y padre lo cuidaron a medida que creció… era el estudiante de secundaria ordinario, Hiraga Saito. Era imposible para él conquistar la tierra para salvar a Halkeginia.

“Ya veo… entonces no hay nada que podamos hacer. Después de todo, es tu decisión”.

Con una cara triste, Julio ladeó su cabeza.

Aunque esto podría ser su imaginación… Saito pensó por la incomprensible postura de Julio que este no era el de siempre. Saito imaginaba que se sentía mal por él, en serio.

“Saito, estas bajo arresto. El crimen es invadir la nave Romaliana… bueno, entre otras cosas. Es una fortuna para ti que no te mande a la Inquisición por desafiar a los Caballeros Templarios”.

“No… bromees…”.

Saito luchó desesperadamente, intentando levantarse. Sin embargo, su cuerpo ya no lo estaba escuchando… con suerte podía mover un dedo.

“Maldición, va a ser así otra vez…”.

“¡Julio, deja a Saito sólo!”.

En ese momento, una voz familiar llegó a la cubierta de la nave.

“¿Oh…?”.

Esto hizo que Saito levantara bruscamente la cabeza. Ella estaba en el otro extremo de su línea de visión.

Un manto con la marca de un lirio revoloteaba en el viento, y su cabello rosado brillaba mientras estaba bañada por el brillo de las dos lunas. Sus ojos color marrón oscuro brillaron con una furia intensa, y la punta de su varita apuntaba a Julio.

La figura de una majestuosa diosa…

“¿Loui…se…?”.

Saito quien seguía en el piso, llamó el nombre de su amada maestra.

¿Cómo llegaste aquí?... esa pregunta ya era importante. El poder floreció dentro de su cuerpo con sólo verla. Después de que Julio levantara sus manos y se retirara, Louise corrió al lado de Saito.

“¡¿Qué estabas pensando, Saito?! ¡Mira las heridas que sufriste!”.

Al ver a Saito, quien estaba ensangrentado, enorme lágrimas se desbordaron de los ojos de Louise.

“Louise, ¿cómo hiciste tú…?”.

“Porque te vi volar aquí en Sylphid. Y luego estalló una pelea en la nave… así que me apresure y use “Teleport" para venir aquí”.

Sosteniendo la mano fría de Saito, Louise le gritó a Julio.

“¡Rápido, cura a Saito!”.

“Relájate, esa lesión no es mortal. No podemos permitirnos matarlo”.

“¡No me importa, apúrate!”.

Julio asintió la cabeza y luego llamó a un mago que podía usar magia de curación.

“Saito, levanta los ánimos un poco… te lo ruego, no te mueras”.

Tomando firmemente la mano de Saito, Louise susurró una plegaria. Sin embargo, la actitud de Louise hizo que Saito se sintiera sutilmente preocupado. No, él estaba muy agradecido por su preocupación, pero algo se sentía extraño… Saito se dio la vuelta y preguntó.

“Dime, Louise…”.

“¿Qué?”.

“¿Qué ocurrió con el Papa?”.

La expresión de Louise se puso rijida.

“¿… Louise?”.

“Ah, Saito… emm, yo…”.

Grandes lágrimas cayeron de los ojos marrones oscuros de Louise y humedecieron la mejilla de Saito.

“¿Qué? ¿Qué? ¿Qué”.

Esto desconcertó a Saito. “Louise, ey, ¿Qué ocurrió, Louise…?”.

“Lo siento… lo siento, Saito…”.

“¿Qué ocurre, Louise… por qué te estas disculpando…?”.

Louise soltó gentilmente la mano de Saito… luego dijo algo increíble.

“Quiero conquistar la tierra natal de Saito y salvar Halkeginia”.

“¡¿Qué..?!”.

Al escuchar esto, Saito se quedó sin palabras. El golpe fue tan grande que ni siquiera hizo sonido.

“Pero, antes… tú no dijiste eso…”. “¡Louise… ¿Qué está pasando?! ¡Respóndeme, Louise…!”.

Ella se dio la vuelta, Saito se acercó desesperadamente a la espalda de Louise cuando estaba a punto de irse.

Sin embargo, los magos que habían venido a curar a Saito, inmediatamente lo rodearon, bloqueando su vista de Louise.

“Louise… Louise… Oh…”.

Los magos lanzaron magia de “Sleep" en Saito. La consciencia de Saito gradualmente cayó en la oscuridad.

“… Perdóname”.

Al final, parecía que había oído a alguien decir eso.

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