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Hitsugi no Chaika - Capítulo 2

Capítulo 2: La determinación de la hermana menor.

Parte 1

El sonido de la vajilla tintineando junta a nuestro alrededor.

“…”

En medio de las miradas asombradas enfocadas en él, Tohru comió su comida sin decir una sola palabra.

Para comenzar, no era como si sus modales fueran ejemplares, pero en este momento se estaba aturuzando sin preocuparse, no paraba ni a saborear la comida.

Llenaba su boca. Masticaba. Tragaba. Tomaba un trago de agua, y se llenaba de nuevo. Lo repetía.

Una y otra vez, como si fuera algo natural.

No parecía complacido o alterado por la calidad de la comida. Aunque seguramente no hubo un mayor insulto hacia el chef, Tohru ni siquiera la probó. Estaba comiendo únicamente para recuperar nutrientes.

“…”

Habían pasado poco más de tres horas desde lo ocurrido.

Al recoger plantas silvestres en el bosque, se topó con una chica solitaria, un encuentro que terminó poniéndolo de frente a un Feyra unicornio. Había perdido una gran parte de su energía y mucha sangre al intentar proteger a la chica de la criatura y ganar tiempo para que activara su magia. Además de todo esto, había activado una técnica que no había usado en alrededor de dos años, la “Transformación Sangre de Acero”.

Particularmente, la “Transformación Sangre de Acero” consumía gran parte de su resistencia.

Para ser honestos, era un milagro que siguiera en pie. La habilidad había consumido toda su fuerza y ahora se encontraba en una cuerda floja entre la conciencia e inconciencia.

Como resultado, Tohru se encontraba realmente hambriento, y su primera parada una vez volvieron a Del Solant fue un restaurante. De paso, la pila de platos frente a él tenía suficiente comida como para cinco personas.

Ya era tarde y el restaurante estaba lleno de gente.

Primero, las personas alrededor de Tohru no le prestaron atención, pero después de un momento ellos no podían ignorar el hecho de que un niño se comiera toda esa comida, apilando plato tras plato sin soltar una solo palabra.

“…Hey, aparece.”

Después de terminar su sexto plato, Tohru miró arriba.

“Uno más como este.”

“…Si, Si, Lo tengo.”

A través de una pequeña ventana que conectaba la cocina con el comedor, vio al chef asentir irritado.

Sin embargo—

“Comer, mucho,” murmuró la chica de cabello plateado y ojos violeta mientras le fruncía el ceño a Tohru.

Chaika Trabant.

Así fue como le dijo a Tohru que la llamara. Sabía casi nada de ella, sinceramente, pero la cosa importante es que ella dijo que pagaría por la comida. Tohru era pobre y no tenía una pizca de orgullo.

“Irrazonable. Comer, demasiado. estómago, aterrador.”

“Tienes el dinero, ¿No?”

“…”

Chaika asintió, pero no parecía contenta por esto.

“Entonces no es problema. Las personas quedan hambrientas después de trabajar, sabes.”

“…”

Bueno, ella había dicho que pagaría con un desayuno por traerla hasta aquí. Pero pensó que no saber exactamente la cantidad, o más bien, el presupuesto de este fue un error.

Tohru sacó un pedazo de pan de una canasta y comenzó a devorarlo, cortándolo en pequeñas tiras

No sólo estaba comiendo cualquier cosa, sino todo lo que podía. De hecho, a Tohru se le había enseñado que, para poder recuperar los nutrientes perdidos, la manera en la que comía era importante. El cerebro envía señales al estómago para liberar enzimas digestivas basadas en el estado actual del estómago. Así que esta manera de comer era bastante efectiva.

Tohru había terminado de devorar su pan, cuando—

“…Querido hermano.”

Se petrificó en el instante.

Por alguna razón, de la nada, todos los clientes en el restaurante también se petrificaron.

No, el hecho de que fuera “de la nada” significaba que no había alguna razón para esto. Fue más como algo instintivo. Cuando un conejo se ve de frente a un tigre, instintivamente queda inmóvil. Era como si los demás clientes estuvieran pasando por el mismo fenómeno.

“No regresaste, así que estaba preocupada.”

“…”

“¿Qué diablos está haciendo mi querido hermano aquí?”

“…”

Tohru reunió toda su fuerza de voluntad y se giró para ver la entrada del restaurante.

Parada allí estaba—una sola mujer.

Tenía una figura larga y delgada y un cabello negro atado como una cola de caballo. Sus ojos entrecerrados como unas pequeñas y hermosas aberturas, pero—aunque te mira con esos ojos enamoradores, tenía un aire intimidante a su alrededor.

Akari. La hermana pequeña de Tohru.

“Querido hermano.”

Caminó rápidamente a través del restaurante, hasta la mesa de Tohru y Chaika.

Instintivamente, los otros clientes se alejaron de ella abriendo su camino. No tenían idea de porque ella estaba allí. Sus cejas no se alzaron con enojo ni su cara se ruborizo, pero emitía un fuerte calor mientras caminaba. Nadie podía ocultar su miedo.

“Oh, Akari—no, bueno, esto es…”

Con pánico, Tohru luchó para encontrar las palabra adecuadas.

Ahora que lo pienso, ya era medio día—aunque se había ido de casa con la intención de traer desayuno para ambos, aunque ya era tarde para eso. Sin tener en cuenta a la hambrienta hermana que había dejado en casa, había comido suficiente comida como para seis personas y ya iba en su séptimo plato. No había espacio para ninguna excusa.

Conclusión: Lo único que podía hacer era disculparse.

“…Perdón, lo olvidé.”

“…”

En lugar de considerar la gran disculpa de su hermano, Akari li miró con los ojos enterecerrados, y luego vio a Chaika, cuyos ojos estaban muy abiertos por la sorpresa.

Entonces—

“…Huelo sangre,” murmuró.

“…Ah.”

Tohru hizo una mueca.

Como medida provisional, la espalda de Tohru, que había sido cortada por colmillo del unicornio, había sido cocida con aguja e hilo que Chaika llevaba—tanto la ropa como la piel—por lo que pensó que sería algo discreto. Como era de esperarse de su hermana, había notado de inmediato algo diferente en él de inmediato

Entonces—

“Querido hermano.”

“Oh, no, esto es solo…”

“Podría ser inapropiado para alguien como yo decir esto, pero…”

“¿Ah?”

“¿Qué crees que estás haciendo?, asaltando a esta chica que parece ser solo una niña”

“…”

Tohru vio a Chaika.

Chaika parecía no entender lo que quería decir, ya que sólo miraba fijamente.

“Akari.”

“¿Qué pasa?, querido hermano”

“Hay muchas cosas que me gustaría decir al respecto, pero ahora no es el momento. El punto es, estas equivocada.”

“¿Eso es cierto?” Akari señaló su cabeza. “Entonces ¿En qué me estoy equivocando? Por favor, ilumina a tu estúpida hermana, querido hermano. Este aroma pegado a ti es claramente el de una niña asaltada en la cúspide de su feminidad.”

“¡Sospecha sobre una herida primero!” Tohru gritó, golpeando la mesa.

Akari inclinó su cabeza hacia el otro lado. “Pero, eso sería ectraño.”

“¿Qué sería extraño en eso?”

“Sería extraño que fueras herido solo yendo a las montañas.”

“…”

Tohru suspiró.

Bueno, el hecho de que ella creyera en él hasta ese punto lo alegró un poco.

“Por otra parte, guiando a una chica a la que no conoces, dudo que pudieras mantener tus deseos sexuales bajo control.”

“¿No digas cosas sucias como esa!”

Después de todo, estaban en un restaurante lleno de personas.

“Pero si ese es el caso, siempre tienes a una hermana sin relación sanguínea contigo, sería más lógico que demuestres tus deseos sexuales conmigo primero. Puede que no sea de tu agrado, pero el deseo de un hombre es—”

“Silencio. Solo cállate ya,” dijo con algo parecido a un gemido. “O, mejor dicho, sólo mira esto.”

Tohru alcanzó a su espalda y levanto su ropa un poco. La herida era lo suficientemente visible como para poder ver los puntos en su espalda.

“Esto es–”

Ella se veía sorprendida como era de esperarse, al mismo tiempo que sus ojos se agrandaban.

“¿Lo entiendes ahora?”

“Si. comprendo. Parece que hice un gran malentendido.”

“Si lo entiendes, está bien. Si lo entiendes. Ah sí, ya que viniese hasta aquí, tu comida está—”

“Esta chica.”

Sin escuchar las palabras de Tohru, ella fijó su mirada en Chaika.

“La mataré.”

“¿¡Eeep!?”

Akari completamente determinada caminó hacia Chaika, pero Tohru se levantó y detuvo a Akari tomando sus brazos detrás de su espalda. En este momento no llevaba su martillo, aunque no significaba que pudiera relajarse. Akari podía aplastar una manzana con sus propias manos. No es como que fuera particularmente musculosa, pero como era parte del clan Acura, ciertamente no era alguien cualquiera.

“No lo has entendido, ¿¡Verdad!?”

“Por supuesto, lo hago. Fuiste lastimado por esta chica. Y como ella le causó esa herida a mi exaltado hermano, mi gentil y comprensiva fuerza no podría soportarlo más.”

“Exactamente, ¿qué parte de ti es ‘gentil’ y ‘comprensiva’? ¿Y me estas respetando o insultando? No lo puedo diferenciar!” Aparentemente Akari pensó que Chaika le había hecho esa herida.

“… ¿Estoy equivocada?”

Con Tohru aún sosteniéndola, Akari se giró y lo miró por encima del hombro.

“Lo estás, definitivamente.”

“Pero, no existe otra manera de herirte más que distraerte con tu fetiche por las chicas jóvenes.”

“Exactamente, ¿qué tipo de persona crees que soy?”

Tohru gimió.

Entonces—

“Fue un Feyra,” murmuró en un idioma completamente diferente.

Si corriera la voz de que hubiera aparecido una bestia tan peligrosa como esta en ese lugar, causaría un gran alboroto. Probablemente pensarían cosas como, “¿Ese chico encontró una bestia tan peligrosa y vivió para contarlo? ¿Qué demonios es él?” Haría que mantener en secreto el apellido de su familia y esconderse en el distrito de refugiados de Del Solant fuera algo imposible.

“…”

Akari inmediatamente entrecerró sus ojos.

“Por alguna razón, me encontré con un Feyra. Por casualidad, me encontré con esta chica, Chaika, y conseguí que me ayudara para poder vencerla. Ella es una maga y hay un Gundo en ese ataúd.”

En la ciudad de Acura, había un código de habla del cual solo el clan Acura sabía. Estas palabras hicieron que ninguna persona a su alrededor supieran de que hablaban, pero también le indicaron a Akari que era un asunto serio.

“Y esta chica es en realidad mi benefactora. Ya es hora de comer, esta chica se ofreció a pagar nuestro desayuno a cambio de guiarla. Ya hemos comido suficientes plantas, así que come.”

“…Ya veo…”

Akari asintió con su cabeza.

Al mismo tiempo que Tohru soltaba su agarre sobre ella.

“Lo siento, querido hermano.”

“Finalmente, lo entendiste.”

“Había pensado que desde que habías estado sin trabajo y holgazaneando todo el día, habías acumulado tu deseo sexual hasta estallar—”

“Cállate ya.”

Le frunció el ceño.

“Como sea…ya que pasaste por la molestia de llegar aquí, ambos podemos alimentarnos. La invitó.”

“¿Hm?”

Akari vio en dirección a Chaika y después de un gran suspiro, Chaika asintió.

“Ya veo. Quiero el especial del día, suficiente para cuatro personas.”

“Ahora…”

“Cuando no regresaste, me preocupé, utilicé mi técnica oculta y te busqué por toda la ciudad. Por esto, estoy realmente hambrienta.”

“…Espera, no deberías usar tu técnica…ah, ni lo pienses. Como sea.”

Bueno, era cierto que Akari también podía usar la técnica “Transformación Sangre de Acero”.

“Bueno, lo siento, pero supongo que así es como es.”

“…Confórmate.”

Chaika asintió


Parte 2


“…”

El hombre estaba de pie frente al cuerpo del Feyra.

Todo su cuerpo parecía estar cubierto de marrón y verde, pero parecía ser la ropa que llevaba puesta. En cualquier caso, desapareció en el escenario que lo rodeaba. Su cabeza afeitada por completo tenía una especie de tinte para camuflarla igual que su ropa. Si cerraba sus ojos, sería completamente invisible a la distancia.

“Ohh…”

Su rostro se contrajo.

Era difícil calificar su expresión debido a toda esa pintura, pero en un instante, grandes lágrimas comenzaron a fluir por su rostro.

“Ooooooooh…”

El hombre calló sobre sus rodillas y sujetó al Feyra como si fuera su propia vida. Sus restos estaban dividíos entre su cabeza y su parte trasera como si hubieran sido cortadas por un enorme cuchillo. Se había derramado tanta sangre de su grande y oscuro cuerpo y había sido absorbida por el suelo, un monstruo con capacidad mágica que alguna vez pudo asustar a una nación entera se había reducido a nada.

“¡Debió haber dolido!… ¡Debes haber sufrido tanto…ooh…oooh…pobre cosa, pobre cosa!”

Por un momento, el hombre sollozó sobre el cadáver del Feyra.

Era como si un miembro de su propia familia hubiera sido masacrado.

Pero entonces—

“Pero, es inconcebible,” el hombre murmuró con un tono calmado, como si hubieran movido un interruptor para cambiar su actitud. “El unicornio estaba en el bosque y a la ofensiva, y, sin embargo, un mago pudo derrotarlo. No importa como lo veas, el unicornio tenía la ventaja. Contra una joven maga, cargando un gran equipaje, no debía ser rival.”

El hombre soltó el cadáver del unicornio, se puso de pie e inclinó su cabeza.

“Preparé mis ‘ojos y oídos’ por algún contratiempo, claro. Pero, ¿podría haber pasado algo por alto…?”

El hombre inspeccionó el área, y al momento siguiente, se dejó caer nuevamente en el suelo y se movió a cuatro patas como una bestia.

Entrecerrando sus ojos y olfateando los alrededores, rodeó el cuerpo del Feyra por un instante, y—

“¿Había aquí…alguien aparte del objetivo?”

Murmuró.

Los ojos del hombre se centraron en algunas hojas pisoteadas y ramas quebradas.

Eso era la que un humano normal podría llegar a percibir, pero—

“Huellas…diferentes a las del objetivo…parecen ser de un hombre…un segundo. Oho. Ohoho. Parece que tenemos a una persona con buenas habilidades. Pero ¿Qué clase de persona podría ser? Pero espera, hasta ahora esa chica siempre estuvo sola. ¿Ella conoció a alguien más? Pero entonces…”

El hombre inclinó su cabeza.

“Ya veo. Como pensé, actuar por mi cuenta fue una mala decisión. Si el objetivo tenía un compañero, ciertamente, sería muy difícil encargarme por mi cuenta. Talvez debí esperar a que Gillette-dono llegara…”

El hombre se levantó y giró su cabeza en una dirección.

“De cualquier manera, ya deben haber llegado a la ciudad.”

El hombre siguió viendo en esa dirección.

La dirección era—la ciudad de Del Solant.

* * *

A la entrada del restaurante, Chaika se va en dirección opuesta a los hermanos.

Habían peleado juntos, sí, pero ella y Tohru solo se habían conocido por casualidad en sus caminos.

Tohru guio a la perdida Chaika a Del Solant. Chaika le había recompensado con algo de comida. Con eso, no se debían nada más. Y con el incidente del Feyra, no era como si uno hubiera salvado la vida del otro ya que el Feyra no tenía un objetivo específico.

Sin embargo…

“¿Querido hermano?”

La voz de Akari llega a Tohru y en pánico vuelve a ver la cara de su hermana.

“¿Qué pasa?”

“Nada. Sigues girando sin ninguna razón.”

“Ah, eso es…”

Algo era extraño.

Esa chica llamada Chaika Trabant.

Tohru no sabía por qué, pero aún había algo en su cabeza.

“¿Esa chica te preocupa tanto?”

“¿Ah? No—bueno, quiero decir, creo que ella es algo extraña.”

“…”

Akari dejó salir un extraño suspiro que sonó forzado.

Debido a que no se expresaba demasiado, era aún más obvio que era forzado. Desde que había vivido en el pueblo de Acura, siempre había actuado mal, lo que le habían hecho saber en muchas ocasiones. De paso, para los saboteadores que usaban tácticas de engañar al enemigo para atraparlo desprevenido, la habilidad para actuar era vital y se convertiría en otro arma a su disposición.

“¿Qué pasa?”

“Ah, solo pienso en mi hermano que se ve atraído por chicas jóvenes.”

“¿Eso de nuevo, eh?”

“Ah, pero no me malentiendas,” Akari dijo sacudiendo su cabeza. “Aun si eres un pervertido, nunca dejaré de quererte y respetarte.”

“Tu ‘respeto y cariño’ no tiene sentido alguno,” Tohru murmuró mientras caminaba.

Pasaría algo más de tiempo para que se diera cuenta de que algo en él había cambiado.

* * *

Con un sonido sordo pero fuerte, un vehículo continuó por la calle principal.

En los últimos años, las máquinas de motor impulsadas por magia habían prevalecido, incluso entre los plebeyos. Sin embargo, era raro ver a plebeyos con estos; mayormente la “clase superior” como la nobleza y realeza o comerciantes ricos los poseían. A la larga, los vehículos eran mucho más convenientes, más fáciles de manejar y más baratos que los carros impulsados por caballos o bueyes, pero eran increíblemente caros. Como resultado, solo un pequeño grupo podía permitírselos.

También eran algo llamativos, sin mencionar que estaba pintado de un blanco puro y se movía por un camino rural poblado.

A medida que pasaba entre carruajes tirados por caballos y bueyes, los cocheros y pasajeros giraban sus cabezas y lo seguían con la vista hasta que no podían verlo más.

“…Realmente, no deberíamos estar viajando por esta vía a plena luz del día.”

Dijo un joven hombre dentro del vehículo con un suspiro.

Este modelo de vehículo, llamado “Abril”, parecía ser espacioso. Sin embargo, cualquier transeúnte podría decir, por su apariencia externa, que tenía más que su tamaño; parecía una casa rodante. Sin incluir la cabina del cochero desde donde se operaba el ‘Abril’, tenía cuatro habitaciones privadas, dos bodegas de carga y una cabina central donde todos podrían reunirse.

El joven hombre estaba en esa cabina. Alrededor de él, una cantidad de hombres y mujeres jóvenes estaba sentada haciendo un círculo.

El color de su cabello, ojos y piel estaba en todo el lugar, como si no hubiera unidad en el grupo.

Al principio parecían ser un grupo de mercenarios, pero los jóvenes parecían muy simples y refinados para eso. Parecían un grupo de aristócratas.

“De acuerdo al reporte de nuestro explorador Mattheus, tiene que ser la chica. Si la perdemos de vista de nuevo, quién sabe cuándo podremos atraparla,” dijo uno de ellos encogiéndose de hombros.

Estaba sentado frente a los hombres; un hombre con hombros anchos y mediana edad. Era, evidentemente, más viejo que los demás, sin embargo, se arrodilló frente a los jóvenes, por lo que su estatus social o posición no importaban.

“Sin embargo, aquí estamos, destacando imprudentemente.”

“Cierto.”

El hombre deja salir una pequeña sonrisa.

Los jóvenes tenían un punto.

Si un gran vehículo blanco iba por un camino rural, no dejaría de atraer la atención del público.

“Demasiado para una ‘misión secreta'.”

“Bueno, es cierto que un vehículo de nobles por un camino rural llamaría la atención como usted dice. Pero no saben porque estamos aquí o quiénes somos.”

“Supongo…”

“Más importante…” El hombre de mediana edad se dirigió a la cabina del cochero. “Zita, acerca de cuanto falta para llegar a Del Solant?”

“Debería ser otra media hora,” salía la voz de una chica.

“…Así que ella dice. El problema es qué pasará después de eso, supongo.”

“¿Nos hemos puesto en contacto con el Conde Abarth ya?” la voz parecía ser la ce una chica llamada Zita respondió.

“Más o menos. Aunque no revelé la razón por la que estamos aquí.”

“Eso está bien,” dijo el hombre de mediana edad. “Después de todo, probablemente no sea un objetivo que podamos lograr con los medios normales.” Hizo una mueca similar a la de alguien mordiendo algo amargo.

* * *

Teniendo en cuenta que habían sido descuidados por un rato, aún estaban donde los habían dejado, en la misma condición.

En una de las cajas de madera apiladas en la casa, estaban al lado con herramientas de mantenimiento, como si esperaran ser recogidas de nuevo

“…”

Tohru los sacó de la caja con el ceño fruncido.

Eran dos pequeñas espadas que se podían colgar a un cinturón de cuero.

No eran tan largas como las espadas largas o cortas como las espadas cortas, eran algo intermedio; su tamaño era tan conveniente que traía las ventajas del mismo.

Sin embargo—

“…”

Colocando las dos pequeñas cuchillas, junto a una faja, sobre una de las cajas de madera cercanas, se quitó los delgados guantes que cubrían sus manos. En caso de ser vistos por alguien que no fuera Akari, nunca se los hubiera quitado, ni siquiera para ir al baño—era necesario seguir viviendo como plebeyo. Mientras miraba las palmas de sus manos.

Un diseño con diferentes marcas había sido grabado en ambas manos.

Era el mismo diseño en las empuñaduras de las espadas.

Envolviendo el cinturón en su torso nuevamente, acercó sus manos a las empuñaduras de las espadas.

Las espadas calzaban naturalmente en sus manos—parecía que no las había soltado en un año entero.

Tomándolas ligeramente, las probó.

“Hum…”

No se sentía incómodo o raro en absoluto.

Más bien, sentía que el hacha que había usado antes fue más complicada de usar, a pesar de que había sido su arma favorita desde que llegó a Del Solant.

“¿Podría ser esto…el destino o algo así?” Tohru murmuró.

Exactamente porqué había decidido tomarlas ahora, no lo sabía. Usarlas como remplazo de su hacha rota no sería una excusa. Viviendo como un plebeyo normal, no tendría por qué tener un arma como esta.

Con Akari, ella no lo pensó dos veces antes de usar su arma favorita para diferentes cosas, pero como las dos cuchillas de Tohru no eran para fines ceremoniales o trabajos, no había oportunidad de usarlas de manera normal mientras Del Solant siguiera en paz.

Pensó que era verdad que Akari rara vez sacaba su martillo de casa, ya que no era para trabajar…

“Nah.”

Tohru soltó el cinturón sin soltar las espadas.

Estaba a punto de poner su arma favorita en la caja, pero entonces—

“…”

Su mano se detuvo.

Se quedó mirando las cuchillas por un rato, las ató con lo que parecía un cinturón de cuero y sacó las herramientas de reparación de la caja, agarrando un poco de polvo que mantenía la durabilidad de la espada, algo de aceite y un martillo de madera, entre otras cosas. Abrigándolos todos, los metió en una bolsa de cuero en su cinturón.

Entonces, Tohru fue a la habitación de al lado, donde colocó sus espadas y las herramientas de reparación sobre una vieja mesa que había sido descuidada por bastante tiempo.

Ahí—

“… ¿Querido hermano?”

La voz de Akari vino desde la puerta abierta, como si sólo estuviera de paso.

“Eso es…”

“Ah? Oh. Esto es…em…”

Tohru trabó sus palabras y luego, dejó salir un suspiro.

“Bueno, tú sabes.”

“…”

Akari entró en la habitación mencionada y miró fijamente las espadas al lado de Tohru.

“¿Haciendo reparaciones?, Por lo que veo”

“Bueno…sí.”

No era como si tuviera una razón para ello.

Pero—

“No estoy haciendo nada más, supongo.”

“…”

Pensó que ella diría, ¿si ese es el caso, no deberías estar haciendo algún trabajo? Pero, por alguna razón, Akari no dijo nada. Ella solo asintió levemente y salió de la habitación.

“‘Sin hacer nada más,’ ah… ¿Entonces, es algo que quiero hacer?”

No. Ya no había nada de eso de nuevo.

Un saboteador solo puede servir en el campo de batalla.

Ahora era un periodo de paz, y este tipo de técnicas, no importa si se usan con una sierra, un cuchillo de cocina o dos espadas de tamaño extraño, ya no tienen un lugar aquí. Sin embargo…

“…”

Lo que había pasado antes no fue más que algo trivial.

No podrías siquiera llamarlo “batalla.”

El encuentro con el Feyra en las montañas—él y una maga se habían topado de casualidad y matado un Feyra. Eso fue todo. Probablemente no pasaría de nuevo. E incluso si lo hiciera, no podía garantizar que tuviera los mismos sentimientos que entonces.

Y así—

“Yo—”

No solo estaba usando la “Transformación Sangre de Acero.”

Habiendo apenas evitado el llamado de la muerte, se deshizo de todos sus pensamientos innecesarios y se llevó a sí mismo a los límites, un sentimiento que marcó su interior.

Fue—

“Bueno, supongo que esto está bien.”

¿Qué estaba bien?

Tohru no estaba seguro de sí mismo, sin embargo, sostuvo las dos espadas.

Parte 3


“Querido hermano.”

Cuando abrió sus ojos a la mañana siguiente, el rostro de su hermana estaba tan cerca que podía sentir su respiración.

Era la misma situación que el otro día.

Y también hay que decir que el martillo estaba en mi almohada de la misma manera.

“Buenos días.”

“…Ugh,” Tohru balbuceó. “¿A qué demonios estas jugando?”

“Dices ‘a qué estoy jugando’, pero…”

Akari inclinó su cabeza.

El martillo continuó clavado en la almohada de Tohru.

“Es lo mismo que ayer. Estoy aquí para levantarte.”

“Por eso me gustaría saber porque estas usando el mismo método de ayer.”

“Porque es la misma situación de ayer.”

“…”

Tohru estaba perdido en sus palabras.

Claro, gracias a Chaika habían tenido el desayuno de ayer—bueno, fue más un almuerzo. Pero si lo piensas, eso fue solo un día y como no estaba trabando, seguía siendo pobre. O, mejor dicho, el poco ingreso diario que Akari había conseguido en las tiendas aledañas se había ido en la cena anterior.

Ambos habían usado la “Transformación Sangre de Acero.” Así que no sólo para el almuerzo, sino que también en la cena comieron mucho más que un humano común. Como resultado, el dinero que se pensaba duraría tres días, se esfumó.

La situación era idéntica a la de la mañana anterior.

“…Aún no me he ni recuperado de mis heridas.”

“Pero aún puedes hacer trabajos fáciles, ¿No?”

“Pensé que te lo había dicho, no haré de ese “trabajo” un hábito,” Tohru dijo con un gemido. “Además, tampoco estás haciendo todo lo que podrías. Encuentra un buen chico y cásate con él ya. Si aprendes a fingir una sonrisa, probablemente todo salga bien. Y aún si no has tenido sexo, has aprendido algunas técnicas y cosas similares—”

“Pero, ¿Y si el hombre con el que me caso no trabaja tampoco? Terminaría de la misma manera.”

“Bueno, sí, supongo…”

A Tohru no le gustaba alardear, pero no habían muchos hombres como él. El periodo de la postguerra fue un “periodo de caos”, por así decirlo, y aunque todos estaban pasando por una época de desesperación. Las personas como Tohru que dijeron “Si trabajo, pierdo” en esta era debían ser muy excéntricas o estúpidas.

Básicamente, sería como decir “Bueno, está bien si muero.”

“En cualquier caso…”

Akari dijo.

“Estoy casi en mi límite.”

“¡Límite?”

“El límite de mi paciencia.”

Dijo.

Al siguiente instante—

Tohru se levantó de la cama.

Akari había empujado su mano hacia adelante con una velocidad atroz.

Ella no estaba jugando esta vez. Si Tohru no hubiera intentado evitarla, la mano hubiera atravesado su estómago y espalda.

“—¿¡Akari!?”

Cuando saltó, Tohru pateó la pared con una fuerza innecesaria, luego pateó el techo y cayó al suelo. Era una casa bastante deteriorada, lo que causó crujidos y gemidos, como si protestara por cómo era tratada.

“Creo que ya lo había dicho.”

Mientras lo decía, Akari se levantó.

“Si mi querido hermano se reusaba a trabajar, entonces tendría que convertirse en un peluche.”

“… ¿De verdad?” gimió Tohru.

Akari sacó su martillo, pero en lugar de hacerlo girar como ayer, lo apuntó directamente hacia él. No parecía ser un simple engaño. Ella tenía la intención de matarlo.

Bueno, creo que ella tiene un punto, Tohru pensó desesperadamente.

Como ella había dicho, llegó al punto donde su paciencia se acabó. Naturalmente—después de aguantar tantos días con el haciendo nada y sin una intención de hablar, en vez de llamar a esa existencia “familia”, no estaría mal para ella pensar que borrarla de una vez por todas e iniciar de nuevo era una buena idea.

La guerra había terminado y no mucho tiempo había pasado de esto.

La vida humana era algo trivial. Los registros de los residentes de la ciudad no habían resistido, mucho menos los de los refugiados. No tenían idea de quién estaba dónde. Fue gracias a esto que Akari y Tohru pudieron mezclarse con los plebeyos fácilmente.

De todos modos—

“!”

Sin aviso, el martillo de Akari voló hacia él.

Tohru lo esquivó—apenas. El ataque rozó si cabeza al pasar y atravesó una pared que ya parecía en sus últimas.

Rodando hacia el suelo, tomó el cinturón al lado de la cama con las dos espadas en él y saltó. Cuando sus ojos se toparon de nuevo, Akari ya estaba en su posición original.

Existía una técnica de dibujo con la espada llamada iai, donde uno envainaba su espada después de cortar a su oponente y eso era casi lo mismo. Si su usuario estuviera cansado, un martillo no sería fuerte. Un martillo era diferente a un arma afilada ya que, si no se movía, no era letal. Por lo tanto, para usar ataques consecutivos, era necesaria una fuerza centrífuga de girar alrededor de algo o algo parecido al iai, lo que permitía la aceleración constante con un solo golpe. No soy dios contra esas técnicas de martillo…

Mientras pensaba esto, Tohru retrocedió lentamente y, comprobando si había algún punto siego, colocó las dos espadas en su cintura.

Luego, saltando por una pared con un agujero, salió.

Akari lo siguió.

Talvez fue por el ruido de la pared siendo destruida o algo más, pero podía ver cabezas saliendo de sus casas. Sin embargo, no había nadie lo suficientemente valiente como para intervenir. Frente a la verdadera intención de matar de Akari, ninguna persona intentaría intervenir.

“…Si estás bromeando, es tiempo de parar,” Tohru dijo diciendo un ultimátum. “Ya no es gracioso.”

“Nii-sama.”

Dijo Akari.

“Nunca he bromeado en mi vida entera.”

“Espera, ¿Esto es verdad?”

“Por supuesto”

“…”

Había muchas cosas que podía decir al respecto, pero decidió dejarlo de momento.

“…Sin elección, entonces.”

Tohru se preparó, tomó las empuñaduras de las espadas. A medida que las apretaba, los grabados en sus palmas se unieron con los de las espadas. Al mismo tiempo, quitó el seguro de los cobertores y las sacó.

“…Ah.”

EL sentimiento en sus manos…no, sus piernas, cambió al instante.

Es posible que las dos cuchillas favoritas de Tohru ni tuvieran nombre, pero no eran solo viejas cuchillas. Eran comblades, las cuales eran utilizadas comúnmente en el campo de batalla. Su empuñadura y cuchilla fueron diseñadas para que el usuario las activara con la “llave” en la palma de sus manos.

En ese momento…las comblades se volvieron parte de Tohru.

Cuando eran usadas, se sentían completamente naturales. A pesar de ser agarradas para matar al enemigo, era como si fueran una simple extensión de sus manos. Justo ahora, Tohru pudo leer la dirección del viento y la temperatura de las espadas como si fuera su propia piel. Incluso sentía que sus brazos se habían alargado para parecer espadas; ya no estaba la sensación de “sostenerlas”.

Entonces—

“—Soy acero.”

Tohru y Akari murmuraron simultáneamente.

“El acero no siente miedo. El acero no duda. Cuando me encaro a mi enemigo, no vacilo. Soy un arma para destruirlo.”

La técnica oculta, “Transformación Sangre de Acero.”

Con el canto de las palabras clave, los cuerpos de ambos saboteadores cambiaron para convertirse en armas.

Tohru se unió con las comblades, es decir, en ese momento su único propósito era manejarlas. Él era parte de ellas. Su cuerpo se convirtió en las comblades.

Una espada no siente.

Una espada no se asusta.

Con esas palabras clave, su único propósito era destruir a todos y cada uno de los enemigos sin dudarlo.

Al momento siguiente, Tohru y Akari se separaron del suelo.

Sin embargo, no saltaron hacia el otro; estaban midiendo sus habilidades. Un salto si cuidado facilitaría ser atacado desde el suelo por más que usaran la “Transformación Sangre de Acero”—no habría manera de evitar un ataque en el aire. A lo sumo, podrían cambiar su postura con sus cuerpos para cambiar su centro de gravedad.

Ruidos de golpes en el suelo.

Metal chocando contra metal, una y otra vez.

Los dos saboteadores se dejaron caer y corrieron, casi arrastrándose por el suelo. Cuando se toparon con el otro, patearon el suelo con fuerza, poniendo todo su poder en sus músculos estirados antes de soltarlos

“¡Ugh…!”

Tohru gimió.

Apenas logró evitar el ataque.

El martillo iba hacia él desde la izquierda y al cruzar sus espadas pudo bloquearlo. Por supuesto, si hubiera intentado bloquear la parte puntiaguda del martillo, sus cuchillas no hubieran aguantado, por lo que Tohru apuntó al mango del martillo. Cuando se produjo una aceleración centrípeta, el poder destructivo del martillo alcanzó su punto máximo en la parte puntiaguda, haciendo que, entre más cerca estaba esta parte del usuario, más débil era.

Pero, esto también significaba que podía crear una abertura bastante peligrosa. Un humano normal usaría esto para alejarse y ganar distancia, pero luego caería por el martillo. Además, el martillo seguiría atacando en círculos. Entrar deliberadamente en su espacio era la mejor opción.

Tohru no mostraba signos de arrepentimiento en su estado actual.

La reorganización de su cuerpo para el combate había eliminado su instinto del miedo.

Sin embargo, Akari estaba en el mismo estado.

De inmediato, ella retiró su martillo.

Por este movimiento, las espadas que estaban soportando la empuñadura del martillo quedaron sin soporte y él perdió el equilibrio. Al mismo tiempo, usando el retroceso por quitar el martillo, ella giró su cuerpo en dirección al martillo y estiró sus piernas con gracia, enviándolas, como si fuera otro martillo, hacia la derecha y el frente indefensos de Tohru.

“—¡!”

Había hierro en varias partes de las botas de Tohru y de Akari. Era fundamentalmente para su defensa, pero si se añadía suficiente fuerza, podía ser usado como arma. Por supuesto, esa patada tenía todo su peso en ella, así que si hubiera sido un golpe directo a su cráneo, el cráneo de Tohru hubiera sido destruido—después de todo, la frente era la capa más delgada del cráneo.

Pero, sin tener en cuenta su propio equilibrio, invadió el espacio de Akari de nuevo, lanzándose hacia ella.

Pudo evitar que la punta de su bota chocara con su frente, pero su rodilla chocó contra su mejilla y ambos rodaron el suelo enredándose.

“Uuu…”

Él inmediatamente alejó a Akari, se dio la vuelta y saltó usando la fuerza del giro.

Él la miró y vio que ella también se estaba levantando.

Ella es fuerte, Tohru pensó despreocupadamente.

Habían tenido muchos encuentros en el pueblo de Acura, pero hasta ahora, nunca habían luchado en serio. Su habilidad está al lado con la mía. Así que el músculo y la resistencia no pararan esto por sí solos…

Había evitado su entrenamiento por un año entero, por lo que sus habilidades habían disminuido un poco. Sin embargo, Akari parecía ser mejor que antes. Por hacerlo notar… ¿Mi herida se abrió de nuevo?, pensó como si fuera problema de alguien más.

Akari había hecho un mejor trabajo cosiendo la espalda de Tohru, pero aún no se había podido curar completamente. Con una vida normal no habría problemas, pero todos esos saltos que estaban haciendo estaban pasando factura.

Incluso en resistencia, Tohru no tenía ninguna posibilidad contra Akari.

Así que— Será un combate a muerte súbita entonces..

Preparando sus espadas, Tohru tomó una decisión.

Si había alguna ventaja, era la diferencia de armas. El arma de Akari tenía una fuerza extraordinaria, pero pocas opciones de ataque. Para que su rotación fuera efectiva, sus movimientos eran grandes y pronunciados.

Las de Tohru, por otro lado, podían estocar y cortar, pero su mayor ventaja sobre el martillo era su poco peso, lo que las hace más maniobrables. Además, al tener dos, la cantidad de ataque que tiene se duplicaron.

Si pudiera usar esta diferencia, le podría dar la vuelta a la situación.

“—¡!”

Tohru exhaló y entro al combate.

Levantándose del suelo, se deslizó hacia Akari. Levantó la espada a su izquierda como un escudo y apretó la derecha bajo su brazo.

El martillo de Akari voló hacia él.

Un dramático golpe diagonal desde el suelo, destinado a golpear a su oponente.

Su alcance con el brazo izquierdo era muy corto, así que sería difícil detener un ataque creado desde la derecha, Si usaba su espada derecha para defenderse, Akari solo tendría que mover su cuerpo hacia atrás, cambiar su trayectoria y ejecutar un golpe horizontal. Él no podría detenerlo, Así que…

“…!”

Inmediatamente cruzó las espadas y las usó para detener el martillo como lo hizo anteriormente. Pero esta vez tardó en cruzar la espada izquierda con la derecha. No era posible que algo a medias como eso pudiera parar el martillo, así que, con un sonido agudo, ambas espadas volaron en el aire.

“…”

La mirada de Akari se dirigió a las espadas por un instante.

Pero el martillo siguió su camino, sin dudarlo, hacia el costado de Tohru. Si se convierte en un golpe directo allí, un órgano vital como los riñones u otro podría ser destruido. Probablemente no sería una muerte instantánea, pero lo sería unos días después.

Pero—

“Heh.”

Tohru alcanzó.

El martillo por sí mismo.

Akari abrió sus ojos en sorpresa.

A Tohru y Akari se les había enseñado a parar una espada con sus manos. Sin embargo, era una técnica para una espada, no un martillo. La fuerza centrífuga de un martillo era demasiada, por lo que agarrarlo con las manos estaba completamente fuera de cuestión para Tohru. Si fallaba, el martillo se deslizaría por sus manos y acertaría sin dudas. Y aún si lograba detener el ataque, sus articulaciones se dañarían tanto que no podría detener un siguiente ataque.

Pero—

“…”

Tohru acaba de atrapar el martillo. Bueno, realmente, cuando lo tomó, salto en la misma dirección en la que iba. Después de que rebotara en las espadas y se hubiera reducido su impulso, el extremo puntiagudo fue muy fácil de tomar.

Así que Tohru no terminó parando el ataque, pero como saltó para igualarlo, su fuerza era relativamente cero. De hecho, al hacer esto, el peso de Tohru actuó como un asesino para el impulso.

Y entonces—

“… ¡Ku!”

Soltando un breve suspiro, Akari soltó el martillo.

En esta situación, seguir sosteniéndolo sería peligroso.

Peri—ya era demasiado tarde.

Ella y el martillo salieron volando, pero Tohru movió su cuerpo y enganchó su pierna en el largo cabello de Akari

“¡Ah!”

Bajó la pierna y arrastró a Akari hacia el suelo.

Con el martillo en su poder, Tohru cambió la mano con la que lo sostenía y lo apuntó hacia el lóbulo temporal de Akari.

“¿Tuviste suficiente?”

Tohru miró a su hermana, arrastrándose en el suelo enredada.

El martillo era el arma favorita de Akari igual que lo eran las espadas para Tohru. Akari era la única que podría manejarlo con máxima eficiencia, pero sin importar esto, su peso y su extremo puntiagudo continuaron en la misma posición. Si Tohru hubiera querido, podría haberla matado de un golpè.

Sin embargo…

“Te voy a preguntar de nuevo. ¿Estás bien peleando por esto?”

“…Por supuesto.”

Akari dijo sin ningún rastro de miedo.

Entonces—

“OK, ¡esto es suficiente!”

Un sonido similar a alguien aplaudiendo llega a los oídos de Tohru.

Tohru se alejó de Akari y tiró el martillo al suelo y volvió a ver dónde provenía el sonido.

Era—

“…¿¡!?”

Dos personas que reconoció estaban paradas una al lado de la otra.

Una de ellas era—

“Tú…”

Tohru cantó brevemente las palabras que lo liberaron del estado de la “Transformación Sangre de Acero” y terminó su batalla.

Ahí, parado frente a él, estaba un anciano.

Pequeño y delgado, el hombre parecía un neurótico. Él pertenecía al gremio. Tohru lo había visto antes cuando Akari lo arrastró para unirse al gremio, así que lo reconoció. Estaba bastante seguro de que su apellido era Barton. Su primer nombre, no lo lograba recordar.

“Suficiente, suficiente. Bueno ahora, estoy sorprendido. No pensé que pudieras detenerte después de ir tan rápido—”

“¿Qué está pasando?” Tohru preguntó mientras fruncía el ceño.

“No importa. Tohru, soy el representante del gremio aquí, y debo informarle que estamos considerando su expulsión,” dijo Barton. “Verás, las personas que solo son un nombre pierden credibilidad en el gremio.”

Básicamente, estaba diciendo que las personas que como Tohru que se inscribieron en el gremio y no aceptaban trabajos eran como peso muerto.

Bueno, era una manera de pensar completamente correcta.

Ni siquiera Tohru tenía manera de objetar.

Pero—

“Entonces, si rechazas esta última misión, serás expulsado. Sin embargo, esta puede ser difícil…”

“…¿?”

“Oh, bueno, todo lo que escuche del cliente es que podría ser algo difícil, o mejor dicho, sus términos sería difíciles. Así que pensamos que debíamos verificar si podrías cumplirlos.”

“…Espera, para empezar, debería haber muchas otras personas en el gremio,” dijo Tohru, frunciendo el ceño. “Dejando de lado mis talentos, debería haber alguien más que—”

“No. La verdad es que el cliente lo escogió como primera opción.”

Barton señaló a la figura al lado de él.

Era la pequeña chica de cabello plateado.

Era Chaika.

“Y entonces—bueno, en realidad, queríamos ver qué tipo de habilidades poseías. Así que le pedimos ayuda a tu hermana.”

“…”

Tohru se levantó y se dio la vuelta viendo a su hermana.

Pero, por supuesto, no se sintió intimidada en lo más mínimo y le devolvió la mirada con frialdad.

“¿No hablas en serio?”

“Por supuesto que sí, siempre lo hago.”

Akari apretó su puño con fuerza y asintió.

“Esto puede haber sido una farsa, ¡Pero querer hacerte un peluche no era mentira!”

“¡No digas eso tan casualmente!” Tohru gritó, dejando salir un suspiro al final. “Oh, mierda. Supongo que debo trabajar.”

Nunca había pensado ser algo más que un saboteador.

Y pensaba lo mismo incluso en este momento.

Simplemente, no sería bueno en algo más.

Pero…

¿Ella me está ofreciendo trabajo?

Tohru se giró y vio a Chaika.

Asintiendo con fuerza, Chaika dijo—

“Empleo. Empleo. Ustedes dos, capaces.”

Mirando triunfante por alguna razón, Chaika señaló a los dos, Tohru y Akari.

“¿Akari también? Espera, ¿Qué tipo de trabajo puede ser?”

Barton y los demás en el gremio no sabían que por los poderes que mostraron Tohru y Akari eran saboteadores.

Pero Chaika sabía que Tohru lo era.

Y, si bien, los saboteadores eran una bendición en temas de guerra, eran inútiles en esta era de paz. Su habilidad en batalla era muy alta, pero no había muchas donde usarlas. El poder de un saboteador estaba limitado a donde podrían usarlo. Por ejemplo, en el caso de un guardia de una tienda o los de la ciudad, sería deseable que fuera fuerte. Proteger gente rica era lo mismo—ellos preferirían personas capacitadas en artes marciales.

Para ser francos, los saboteadores eran ayudantes en el campo de batalla que se especializaban en ganar combates usando todo lo que esté a su favor. No se les conocía por eliminar grandes grupos de personas, pero se les conocía por sus métodos deshonestos para lograr sus objetivos, esto hacía que los odiaran.

“Discusión,” dijo Chaika asintiendo con fuerza nuevamente.

“Bueno, entonces, parece que tienes mucho de qué hablar. Así que me marcharé,” dijo Barton, pareciendo satisfecho. Se fue, dejando a Tohru y a los demás atrás. No parecía importarle a donde iban; para bien o para mal, el trabajo de ese hombre era únicamente encontrar a la persona adecuada y enviarla al trabajo. Lo más probable es que ya hubiese recibido una compensación monetaria de Chaika.

“… ¿Por qué yo?”

“Mm…”

Chaika inclinó levemente su cabeza y luego habló.

“¿Destino?”

“Destino, eh…”

Fue algo bastante vago.

Pero—

Tal vez ella también sintió algo durante los sucesos de ayer.

Caminando en la cuerda floja entre la vida y la muerte.

En ese momento, él había sentido una gran satisfacción—y también…

“—Hermano.”

La voz urgente de Akari volvió a él.

Tohru hizo una mueca agria y—

“Está bien, Está bien, comprendo. Al buscarnos a mí y a Akari, significa que no quieres a alguien como una miscelánea o un granjero, ¿verdad?”

“Si.”

Chaika asintió.

“Quiero, saboteadores,” dijo claramente.


Parte 4


La residencia del Conde Abarth era una mansión para señores en el centro de la ciudad fortificada de Del Solant.

Los Abarths tenían antecedentes militares, y, como resultado, tenían muchos subordinados y caballeros a su disposición. El final de la gran campaña de la era de la guerra—en otras palabras, cuando el Imperio de Gaz, al norte, fue destruido—se debió en gran parte a la actuación de ellos, Roberto Abarth, quien tuvo un papel importante en la destrucción del Imperio de Gaz, consiguió ser llamado un héroe por ello.

Se decía que hoy en día se dedicaba sólo a conseguir ingenieros especializados en magia para la restauración de Del Solant y expandir la influencia de los Abarths. Originalmente, no hubieran sido más que un grupo de nobles rurales, pero su linaje era un tema importante incluso dentro del Imperio Couvre.

“Queridos invitados, bienvenidos a mi humilde morada.”

Dentro del vehículo llamado “Abril”, había bastantes personas. Ellos habían viajado a Del Solant para visitar sus tierras, así que Roberto Abarth salió en persona para saludarlos en la puerta con una sonrisa amistosa y encantadora.

El Abril pertenecía a Alberic Gillette, un caballero que representó a su hogar, el Reino de Vemac mientras viajaba de incógnito a Del Solant bajo el pretexto de “entrenar sus artes marciales”—al menos, esa fue la historia que se le ocurrió a los Abarths.

En otras palabras, los Abarths creían que esto podría convertirse en una gran oportunidad para formar una alianza secreta con los nobles vecinos, de mucha utilidad para expandir su influencia en el reino.

“Yo soy Roberto Abarth.”

Dijo el hombre rubio con todas las características de un héroe al inclinarse.

Definitivamente parecía un noble—su cara sofisticada y bien arreglada estaba unida a un cuerpo delgado y bien tonificado con unos hombros anchos. Aunque físicamente Roberto y Alberic tenían apariencia de nobles, Alberic daba la impresión de ser más simple en comparación con Roberto—la naturaleza poco refinada de Alberic hacía ver que pertenecía a una familia militar.

Por otro lado, Roberto, enmarcado con el título de “héroe”, parecía más llamativo, hasta el punto de ser incómodo. Sus prendas fueron cocidas con muchos hilos de plata y oro y llevaban el escudo de la familia Abarth extravagantemente—mucho más cerca de la realeza que la nobleza.

“Yo soy Alberic Gillette,” dijo Alberic, regresando el arco.

Acompañándolo desde su espalda, había dos personas que parecían ser sus asistentes, llamadas Zita y Vivi, dos adolescentes sin ningún miedo. Entre el personal del Abril, ellas parecían más inofensivas, pero Alberic las eligió porque parecían no amenazar a alguna persona con la que se encontraran. Por supuesto, cuando Alberic visitaba a alguien, terminaba dando la impresión de que las chicas eran sus “sirvientas especiales”, pero no era por esto.

Ambos, Alberic y sus dos sirvientas siguieron a Roberto a través del palacio.

Pasando por un numero casi interminable de obras de arte en el pasillo, Alberic comenzó a estudiar la naturaleza de la cabeza de la familia Abarth.

Está bastante claro que este chico quiere ser el centro de atención.

Las obras de arte eran pinturas representando al propio Roberto sonriendo además de muchas esculturas con una imagen similar a la suya. Esculturas de héroes históricos y pinturas famosas que se encontraban en el corredor, lo que daba la impresión de que el valor de Roberto sobre sí mismo era igual que el de los héroes de la historia.

Pero… ¿Realmente provenía de una familia militar? ¿Es realmente un héroe?

Alberic era un caballero también. Al ver la forma en la que Robert caminaba—sin mencionar su apariencia desde atrás—Alberic pudo notar algo de su verdadera capacidad. Sus movimientos eran…bueno, no tenía el presentimiento de que Roberto estuviera apegado a las artes marciales. Realmente, parecía ser un novato.

Sin embargo, no había duda de que en la última guerra había sido nombrado un “héroe”.

Si ese no fuera el caso, Alberic y su compañía no hubieran visitado sus tierras en primer lugar.

Podría ser que, ¿Simplemente su habilidad disminuyó estos años…?

Era el Señor Feudal de la región y había sido nombrado “héroe”. Ahora, parecía no estar interesado en entrenar su cuerpo o ganar más reconocimientos con las armas.

“Por favor, pasen.”

Roberto invitó a las tres personas a una sala lujosamente decorada y sentó en un cómodo sofá.

Dejaron de lado algunos rituales que había entre los nobles cuando hablaban entre ellos.

Pero entonces—

“Entonces, ¿Cuál es su objetivo al visitar las tierras del Conde Abarth?”

“…”

En ese instante, Alberic dudó sobre cómo comenzar.

Normalmente, la nobleza y realeza conocida con el grupo Alberic eran amigables hasta este punto.

Pero, aun así, habló—

“Conde Abarth. Aunque soy consciente de que una visita tan improvisada supera los límites de lo que me puedo permitir…Hay algo que debo preguntarle.”

“¿Oh?”

Roberto parpadeó.

“Me gustaría pedirle algo prestado que pudo haber conseguido extraoficialmente de la capital del Imperio de Gaz.”

“… ¿Qué?”

Las cejas de Roberto se levantaron.

Lejos de una reacción normal. En un instante, su comportamiento cambió de dar una bienvenida a un invitado a ser un cauteloso oponente.

“¿Quieres que te preste eso?”

Roberto ni siquiera preguntó qué quería prestado.

Sinceramente, Alberic y los demás no sabían si Roberto tendía lo que buscaban, pero ahora no tenían dudas.

“Es como tú dices. No puedo divulgar los detalles, pero nosotros, el Reino de Vemac estamos actualmente en el proceso para lograr algo especial, gracias a los esfuerzos de la agencia de reconstrucción postguerra Kleeman, la cual colabora con varias regiones.”

“…”

Los ojos de Roberto se entrecerraron, viendo a Alberic, y luego a su espalda, Zita y Vivi, que estaban de pie detrás, parcialmente tapadas por el sofá.

“El Imperio de Couvre también está afiliado a la organización Kleeman. Por lo tanto, si prefieres ver esto como una petición no de nosotros, sino del Emperador de Couvre, estaría bien.”

Si lo que dices es verdad,” dijo Roberto. “¿Por qué todos lo quieren?”

“Eso no lo puedo decir,” respondió Alberic. “Las condiciones de nuestro objetivo requieren que no responda.”

Roberto arrugó la cara, mirando a Alberic y las chicas.

Entonces—

“Tú.”

Se levantó del sofá y le dio una orden a sus sirvientas, que estaban paradas alrededor de la habitación.

“Nuestros invitados se retirarán ahora. Muéstrenles la puerta con la mayor cortesía.”

“…”

Alberic dejó salir un profundo suspiro y se levantó.

Fue más o menos lo esperado. Si lo pensabas bien, lo que Alberic estaba pidiendo era extraño. Podría estarle preguntando a alguien que no conocía sobre una reliquia familiar.

“Conde Abarth.”

Mientras lo acompañaba a la entrada del salón, Alberic se volvió y habló.

“Naturalmente, comprendo porque no quieres entregarlo. Pero esto es algo que compromete la paz de todo el continente de Verbist.”

“…”

Roberto no respondió.

Simplemente fijó sus ojos azules en Alberic y los demás silenciosamente.

Alberic suspiró y abandonó el lugar.

* * *

Pasó aproximadamente media hora después de la “pelea” entre Tohru y Akari—la prueba para determinar la fuerza de Tohru.

Adentro de su casa en ruinas, Chaika explicó la misión por la cual habían sido contratados.

La cual era—

“¿Verdadero corazón?”

“Verdadero corazón.”

Chaika confirmó y asintió, como si fuera completamente obvio.

Parecía tener una confianza inexplicable sobre sí misma, pero—

“No importa cómo lo veas, eso es imposible.”

“No imposible.”

Chaika negó con su cabeza, con su largo cabello plateado ondeando a su alrededor.

“Necesario. A cualquier costo. Si es así, imposible.”

Tohru y Akari se miraron entre ellos.

Naturalmente, incluso Akari parecía sorprendida por la petición. Quizás Barton sabía lo esencial y por esa razón en decidir que “esto no tiene nada que ver con el gremio,” y se fue sin escuchar un solo detalle.

Sin embargo—

“Atacaremos, casa de Señor Feudal.”

Chaika dijo decidida.

“Entonces, recuperar.”

“¿Recuperar qué?”

“Muy importante, cosa,” dijo Chaika después de dudar por un momento.

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