Zero no Tsukaima volumen 22 - Capitulo 2.
- Yhit
- 28 abr 2019
- 8 Min. de lectura
“...ito...Saito!”
La voz que llamaba a Saito se escuchaba gradualmente más lejana, y su visión sucumbió ante la oscuridad.
Cuando el abrió los ojos... lo primero que recibió fue la visión de un gran desierto.
“Bueno... um... ¿uh?”
Saito no pudo evitar frotarse los ojos y murmurar sin entender donde estaba.
“¿Huh? ¿Qué pasó? ¿Dónde se encuentra este lugar? ¿Yo no estaba junto con Louise y lo otros en la Tierra Santa en el fondo del mar?"
Después de abrir la Puerta, el Papa declaró que los Magi tenían una muy loca idea de querer invadir la “Tierra”...
“Después de eso, ¿Cómo es que termine en este misterioso lugar...?”. Ahora que lo pienso, ¿A dónde fueron Louise y los demás? Tiffania, Henrietta, el Papa y Julio.
Saito ladeó la cabeza y se sentó, luego observó el área a su alrededor. En ese momento, él estaba en medio del desierto con el sol sobre su cabeza. Miró tras él y lejos en la distancia, tras una neblina vacilante, había una montaña incomparablemente enorme. En el parte inferior de la montaña había una ciudad blanca como la nieve, rodeada por un majestuoso muro. Sin embargo, Saito jamás había visto una ciudad como esta antes. Ni en alguna de las ciudades de Halkeginia, ni en las ciudades de la nación elfica que él había visitado después de haber sido secuestrado. Las cosas perdían más y más sentido.
“¿Dónde exactamente queda este lugar?”
Saito se quedó sentado y cruzó sus brazos frente a su pecho mientras contemplaba el sitio. "¿Acaso fui arrojado en el desierto mientras estaba desmayado? No, como si esto fuera posible..."
Saito inmediatamente negó esta posibilidad. Después de todo, incluso esos tipos de Romalia tendrían problemas si él fuera a morir aquí.
"¿Ellos no necesitarían que yo esté para que Louise usará “Vacío"? Bueno, ¿Cómo estará la runa en mi pecho?”.
Después de pensar esto, Saito se sacó la remera debajo de su chaqueta y miró su pecho. Las runas de “Lífþrasir” ya no estaban brillando. Esa terrible sensación de vacío, como si fuera a perder toda su vitalidad se había ido completamente.
"¿No debería estar muerto? Ya que esto no es Halkeginia, ¿Es esto la otra vida?. Por favor... ¿Cómo podría morir ahora?"
Saito negó con la cabeza, su piel estaba pálida. El Papa estaba intentando usar el poder de Louise “Vacío” para invadir la “Tierra”. Si él no se apresuraba, las cosas podrían ponerse realmente mal.
Pero ¿cómo haría Saito para regresar...?
Considerando eso, Saito intentó golpearse la cabeza con la empuñadura de Derflinger. Si esto fuera un sueño, entonces hacerlo lo despertaría. Junto al duro sonido provocado por el golpe, estrellas aparecieron en el campo de visión de Saito.
"Maldita sea... ¿Cómo podría esto ser un sueño con semejante dolor?”
Saito no pudo evitar maldecir mientras frotaba su sien. En este momento, Derflinger estaría quejándose con palabras como "¿Por qué eres tan estúpido, compañero?”. Sin embargo nada salió de la boca del ruidoso amigo de Saito.
"Abre la boca de una estúpida vez" pensó Saito.
Desde que Saito colapsó en la ciudad de Eumenes, Derflinger se rehusaba a decir algo. “Hey, ¿Qué está pasando exactamente...?”.
Saito suspiro, mientras meditaba con los brazos cruzados en frente de su pecho.
Entonces recordó todo lo sucedido.
“Espera un minuto, ya pase por una situación similar antes...".
Finalmente, al darse cuenta la situación actual, Saito sintió una inexplicable sensación de déjà vu.
"Recuerdo haber tenido un sueño muy extraño hace un tiempo... Si, fue esa vez en la capital del agua en “Aquileia" cuando fui hipnotizado por Louise y entré en un profundo sueño."
En ese sueño, Saito vislumbró un fragmento de un recuerdo de hace
6000 años en su runa familiar mientras dormía.
“... Entonces, ¿Estoy viendo otro sueño de hace 6000 años?”.
Por lo tanto, Saito estaba convencido de que definitivamente este era el caso.
El sueño que Saito vio antes era una memoria dormida en las runas de “Gandálfr”. Dicho esto, ¿Era el sueño actual una memoria dormida en las runas de "Lífþrasir"?
Un terrible escalofrío no pudo evitar correr por la espina dorsal de Saito.
¿Qué clase de sueño era este exactamente...?
Después de sentarse en el mismo lugar con su corazón lleno de preocupación, Saito vislumbró la silueta de una sombra desde el otro lado de una enorme duna de arena que gradualmente se acercaba a donde estaba él.
¿Qué era eso exactamente?
Estando cauteloso, Saito agarró la empuñadura de Derflinger en ese mismo momento. A medida que la figura del tamaño de un grano se acercaba gradualmente, su figura se hizo más y más clara. Esta persona era un hombre pequeño, vistiendo una túnica tan larga que se arrastraba por el suelo. Tenía en su cabeza un pelo de color rubio brillante, con un aspecto serio y una apariencia para nada remarcable. Esta persona era una que Saito recordaba.
“¡Señor Brimir!”.
Saito gritó, el hombre vestido con la túnica miró hacia Saito y camino lentamente hacia él. Ahora estaba seguro, el estaba en el sueño de runas de antes, donde conoció al Fundador Brimir.
Saito estaba confiado de que lo que estaba viendo ahora eran los recuerdos de la runa. En el rato, al ver la apariencia de Brimir, Saito no pudo evitar jadear.
Brimir se había vuelto un poco más viejo, sus mejillas estaban
delgadas y se veía como una persona diferente a la que Saito había visto antes.
Brimir miró cuidadosamente la cara de Saito, luego reveló una expresión perpleja.
“... Discúlpame, ¿Quién eres? ¿Dónde te he visto antes?”.
“¿No lo recuerdas? Soy yo, Hiraga Saito”.
Respondió Saito.
Después de todo, ¿Cuánto tiempo pasó desde la última vez que se vieron? Sin mencionar que... ¿Era el Brimir delante de sus ojos el mismo Brimir que había conocido antes?.
“Mm, esto realmente me deja una sensación de déjà vu, ¿Pero donde te he visto antes?”.
En ese momento, Saito comenzó a entender que estaba pasando. Correcto, él sólo debía dejarle ver esto...
Entonces Saito agarró la empuñadura de Derflinger y le mostró las runas brillando de su mano izquierda.
Cuando Brimir lo vio, sus ojos se agrandaron y gritó.
“¡Gandálfr! Si, lo recuerdo... ¡Tu eres el joven de esa época!”.
“Si, muchas gracias por lo de esa vez".
Saito inclinó la cabeza en modo de agradecimiento, y Brimir sonrió levemente.
“Oh, lo siento. Eso fue cuando estaba viviendo la vida de un continuo
vagabundo y fue hace muchos años. Es increíble que no hayas envejecido más de lo que tenías en ese entonces”.
“Yo soy una persona de 6000 años en el futuro”.
“Ah, es verdad”.
Brimir respondió con una mirada de sorpresa en su rostro.
“¿Entonces que estas haciendo aquí? ¿Dónde está tu maestro?“.
"Yo... Ah... Uh, me perdí en el desierto... ¿Qué estas haciendo aquí, Señor Brimir? ¿Y la gente del pueblo, y Sasha?”.
Escuchando la pregunta de Saito, la expresión de Brimir se puso rígida, y acto seguido respondió a la pregunta.
"Ella debería estar viniendo en cualquier momento."
Luego, Saito siguió a Brimir a un lugar que parecía un pequeño Oasis con escasos árboles. Una carpa y un pozo dañado se encontraban abandonados no muy lejos junto al esqueleto de un animal largo, del que no sabían si era de un caballo o un camello. Parecía una villa
abandonada.
Brimin señaló a la montaña en la dirección contraria y dijo.
"Dirigiéndose al Norte desde aquí hay unos campos con gente viviendo en
ella. Es mejor salir de aquí ya que este área pronto se hundirá hasta el
fondo del océano".
"¿Hundirse en el fondo del mar? ¿De que estas hablando?"
Saito dijo sorprendido.
"¿Tu lo sabes? Es posible que tus antepasados no lo sepan de esto, pero este mundo se enfrenta a una terrible crisis que terminara con el mismo".
“¿Qué?”.
Al escuchar esto, la boca de Saito se abrió.
¿Qué quiso decir con enfrentar la destrucción?
¿No es nuestro mundo el que esta enfrentando la destrucción 6000 años en el futuro?.
Al ver la cara incomprensible de Saito, Brimir explicó en detalle.
“¿Escuchaste hablar sobre lo que llaman Rocas Espirituales?”.
“¿Son como las Piedras de viento o la joya de fuego?”.
Al escuchar la respuesta de Saito, Brimir exclamó.
“De hecho esas son, Gandálfr sabes mucho. ¿Lo aprendiste de tu maestro?”.
“Uh, algo por el estilo”.
Saito respondió ambiguamente.
“Eso hace que sea más fácil explicar esto. En otras palabras, las Rocas Espirituales son la cristalización del poder de los espíritus en este mundo. La gran mayoría de estas están enterradas en una gran profundidad bajo tierra y nadie las ha visto nunca”.
Esto hizo pensar a Saito.
En el tiempo en el que Brimir estaba vivo, ellos probablemente no tenían la tecnología para excavar las Piedras de Viento todavía.
Brimir miró al suelo en sus pies.
“El poder de la Piedra Espíritu que duerme en la tierra estallara en todo el mundo”.
“¡¿Qué dijiste?!”.
Saito no pudo evitar gritar.
“¿Estas diciendo que la Piedra de viento ya estaba fuera de control en Halkeginia hace 6000 años...?”.
“Si esto sucede, la tierra se pondrá al revés y la humanidad perderá la tierra en la que puede sobrevivir".
Explicó Brimir con tristeza.
“Incluso después de este evento que tuvo lugar hace 6000 años, la misma tragedia ocurrirá en Halkeginia...”.
Luctiana dijo que el gran desastre que mató a la mitad de lo elfos, en realidad podría ser por que las piedras de viento se salieron de control.
“Pero absolutamente no permitiré que esto ocurra, absolutamente no”.
Brimir, con una expresión de alivio, se levantó.
Saito se encontraba mirando de cerca a la ciudad que se extendía al pie de la montaña. “¿Eso es...?”.
“Es la capital de los elfos, una gran ciudad protegida por la Gran
voluntad”.
“Así que esta es la capital de los elfos...”.
Las impotentes paredes blancas como la nieve se construyeron alrededor de la montaña y eran muy similar al estilo de construcción de la tierra. No era lo mismo que Adyl de Nephthys.
Después de 6000 años, cambios en la arquitectura era inevitable, pensó
Saito. Sin embargo, para construir una ciudad tan increíble hace 6000
años, los elfos era mucho más increíbles.
Saito observó a Brimir mirar la ciudad elfica mientras este extendía sus manos.
“¿Qué planeas hacer?”.
“Estoy haciendo lo que debo hacer para que mi tribu sobreviva... Solamente vine para este propósito".
Brimir dijo con el rostro rígido.
“Por nuestra supervivencia...”.
Repitiendo esa frase otra vez... en ese momento, Saito se alarmó.
Se preguntó por qué Brimir vino hacia aquí y qué era lo próximo que iba a hacer.
Para sobrevivir, ¿Qué es lo debe hacer... No es lo mismo que ocurrió en Halkeginia 6000 años después?.
Todos luchan por la tierra para vivir allí, como si estuvieran repitiendo
el desempeño de la tierra hace 6000 años...
La leyenda del gran desastre que mató a la mitad de los elfos. Y como
Derflinger había dicho, Sasha, como Gandálfr había matado a Brimir... ¿Qué representaba realmente esta frase?.
Todas las pistas se juntaron en la mente de Saito.
"No, ¡no puede ser...!"
Sólo ahora fue que descubrió la verdad sobre la gran montaña
pasando la cordillera del desierto. Recordando lo que dijo la Madre Sea en el Dragon's Net (Nido del dragón).
El lugar al que habían llegado las armas que llegaron de la tierra, estaba en tierra firme hace miles de años. En esa época “algo" cambio en el paisaje circundante, causando que la “Tierra Santa” se hundiera hasta el fondo del mar. En cuanto a ese “algo”, eso era...
“¡Señor Brimir, no me diga que planea destruir la ciudad de los elfos!”.
“Estas en lo correcto, para mi tribu que carece de poder, este es el único camino para sobrevivir”.
Brimir respondió con una voz ronca.
“Por favor, no hagas esto. Si llegas a hacer esto... la guerra durará por los próximos miles de años”.
“No me detendré. Este día, todos los elfos desaparecerán de la faz de la tierra”.
“¡No hagas una broma como esa!... ¡¿No es la Señorita Sasha una elfa?!”.
Al escuchar a Saito mencionar el nombre de Sasha, una expresión de dolor apareció por un momento en la cara de Brimir, y rápidamente ladeo su cabeza.
“Ya es demasiado tarde, este es el único camino”.
“¿Por qué?...”.
Brimir levantó sus manos y comenzó a cantar las runas del “Vacío”. En ese momento, un dolor agudo fluía por el pecho de Saito. Saito no pudo evitar gemir por el dolor y arrodillarse al suelo.
“...Mierda... maldita sea...”.
Una luz deslumbrante apareció sobre la cabeza de Brimir mientras cantaba las runas. Esta luz... era bastante similar a la “Explosión” de Louise, pensó Saito. Pero esto no era “Explosión”... este era un hechizo mucho más aterrador. Quizás fueron los instintos por ser un familiar del Vacío, lo que le permitió
a Saito sentir esto. Si este terrible poder fuera liberado, fácilmente destruiría la ciudad.
La voz de Brimir se escuchó particularmente clara mientras la consciencia de Saito se iba desvaneciendo gradualmente.
“Porqué no hay manera de que nos entendamos los unos a los otros”.
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