Zero no Tsukaima Volumen 22: Prólogo

Hace 6000 años atrás, en esa época, Halkeginia era conocida como la

“tierra desconocida”. En este lugar no existían aristócratas ni plebeyos, ni

los reinos de Gallia, Romalia, Tristain o países similares.

No muy lejos de un pequeño pueblo llamado Nidabelio, ubicado en las

colinas de las grandes llanuras, un joven con una túnica se despidió de una niña.

Pero esto no era de extrañar… ya que la chica era un elfo.

“Ten mucho cuidado en el camino Sasha. Después de todo, tu cara es muy reconocible”.

"Por favor, ¿Quién crees que soy?”.

La niña elfo llamada Sasha respondió sin compromiso, y mostró las runas brillando en su mano izquierda.

“Yo soy tu Gandálfr”.

“Si, tienes razón”

El joven sonrió. El podría realmente preocuparse por ella, el poder de

Ganfalfr residía en ella, incluso si la chica era atacada por los temible Varyag, podía superarlo por ella misma.

“Iré y convenceré a esos ancianos obstinados, y luego regresaré de inmediato”.

“Por favor, el futuro de nuestro clan depende de ti”.

Respondió el joven emocionalmente. Después de todo, las cosas están

empeorando, día a día. Sin embargo, va mucho más allá de la amenaza

de los Varyag, e incluso puede llevar al mundo a un “Cataclismo”. Para

evitar la destrucción, tenían que cooperar con los elfos, por lo menos.

“También iré y trataré de detener a la facción de guerra. Debemos evitar

que el peor de los casos suceda”.

“Si, por favor”.

Sasha asintió, luego su visión se volvió borrosa.

“¿Qué pasa?”.

“Te odio, tu, gran idiota…”.

Al ver la pregunta irreflexiva del joven, Sasha hinchó sus mejillas con insatisfacción.

Luego, unos brazos delgados rápidamente rodearon el cuello de la joven y fue besada.

Se besaron por un rato… Finalmente los dos se separaron lentamente.

“Te amo, Brimir…”.

“Yo también te amo, Sasha…”.

Brimir Ru Rumiru Yuru Viri Vee Varutori.

Más tarde conocido como el Fundador, los jóvenes recibieron la adoración de todas las personas de Halkeginia, abrazando firmemente a Sasha. Sintiendo el calor de su novia, Brimir pensó en ese momento.

“Dios… ¿Qué estoy haciendo…?”

Las runas actualmente grabadas en su cuerpo no eran Gandalfr, sino nuevas runas.

“Lífþrasir”.

Convocado por el amor, el vacío familiar que conlleva el destino más cruel.

Si las negociaciones con los elfos se rompen, en ese momento…

¿Pretenden usar este terrible poder otorgado por Dios…?

No, ese tipo de cosas no pueden suceder… las negociaciones

definitivamente tendrán éxito.

Mientras sujetaba a Sasha con fuerza, Brimir hablo para si mismo.